Desarrollan nuevo implante de retina llamado Prima de la empresa Science Corp, competencia de Neuralink
Este avance tecnológico no solo representa un progreso en la ciencia médica, sino que simboliza una auténtica revolución en la vida de aquellos que han experimentado la ceguera o la pérdida de la visión.
La ciencia ilumina nuevas posibilidades con el innovador implante de retina Prima de Science Corp, un desarrollo que ha generado un gran revuelo en el ámbito de la salud visual. Gracias a la implementación de esta tecnología, muchas personas han empezado a recuperar habilidades que creían perdidas, como leer, reconocer rostros y disfrutar de las pequeñas interacciones cotidianas que los conectan con su entorno.
El desarrollo de esta tecnología se realizó bajo un ensayo clínico denominado PRIMAvera (NCT04676854), que ha incluido a 38 pacientes diagnosticados con atrofia geográfica (GA), una forma de degeneración macular asociada a la edad que afecta a la visión central. Este ensayo ha proporcionado resultados prometedores, mostrando cómo otros han logrado redescubrir un mundo que antes parecía inalcanzable. Los pacientes informaron mejoras significativas en su calidad de vida, siendo capaces de realizar actividades cotidianas como jugar cartas y leer, algo que parecía una mera ilusión antes de la introducción de este dispositivo.
La reciente adquisición de los activos de Pixium Vision SA por parte de Science Corporation ha sido un hito importante en este proceso.
El dispositivo conocido como Prima consiste en un chip cuadrado de 2 mm que se inserta quirúrgicamente bajo la retina, mediante un procedimiento de 80 minutos. Unas gafas equipadas con una cámara recogen la información visual y transmiten patrones de luz infrarroja al chip, que está compuesto por 378 píxeles luminosos. Este chip actúa como un pequeño panel solar, transformando la luz en impulsos eléctricos y enviándolos al cerebro. El cerebro, a su vez, interpreta dichas señales como imágenes, simulando el proceso de la visión tradicional.
En el pasado, ha habido intentos previos de restaurar la visión mediante la estimulación eléctrica de la retina. Uno de estos dispositivos, conocido como Argus II, recibió aprobación para su uso comercial en Europa en 2011 y en EE. UU. en 2013.
Este implante utilizaba electrodos más grandes que se colocaban sobre la retina, pero su fabricante, Second Sight, cesó la producción en 2020 debido a problemas económicos. A su vez, Neuralink y otras compañías buscan evitar la intervención en el ojo, planteando la estimulación directa de la corteza visual del cerebro.
Estos dispositivos son capaces de generar puntos de luz denominados ‘fosfenos’ en el campo visual de las personas, similares a puntos en un radar. Estos fosfenos permiten que las personas reconozcan la presencia de otros y de objetos como manchas blanquecinas, aunque están lejos de ofrecer una visión natural
La tecnología Prima se distingue de otros implantes retinianos por su capacidad de ofrecer ‘visión de forma’, lo que significa que los usuarios pueden percibir formas, patrones y características visuales de los objetos. Sin embargo, lo que experimentan no se asemeja a una visión «normal», ya que carecen de percepción del color y, en su lugar, visualizan una imagen con un tono amarillento.
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