EE.UU.: La derecha se va a la red social Parler, en donde no censuran discursos de odio o violentos
Decenas de legisladores republicanos y hasta el mismísimo Trump se han unido a Parler a medida que Twitter y Facebook deciden limitar la difusión de mensajes de odio.
Al menos 32 legisladores del Partido Republicano de los Estados Unidos han decidido emigrar de Twitter a la minoritaria red social Parler, en donde ya se anunció que no se censurarán o limitarán discursos racistas o apologéticos al odio.
Según una investigación del portal politico.com, ya tienen cuenta en Parler -que se hace llamar a sí misma «la red social de la libertad de expresión»- los senadores republicanos Ted Cruz (Texas), Rand Paul (Kentucky) y Mike Lee (Utah), abiertos representantes del ala más ultraconservadora del partido y del Senado.
Como era de esperarse, la red social se ha llenado además de cuentas falsas y de trolls, y algunos se hacen pasar por senadores que ya negaron poseer esas cuentas. Muchas de las cuentas falsas de Parler se presentan como cualquier página típica de las redes sociales del Congreso, publicando avisos sobre los próximos eventos, publicando declaraciones sobre temas oportunos y compartiendo artículos notables con los lectores, lo que los hace casi indistinguibles de un foro oficial. Otros son flagrantemente falsos, como una cuenta falsa de un legislador demócrata que comparte enlaces de un blog de extrema derecha conocido por difundir fake news.
Claramente, también se hizo cuenta el presidente Donald Trump siguiendo los pasos de su hijo Erick, un fanático abiertamente declarado de la red, y ahí hablan sin el filtro que tienen en Twitter y Facebook. Otros que se agregaron fueron periodistas afines a la administración Trump, como el comentarista político de Fox News, Sean Hannity, y los medios Breitbart News y Washington Examiner, entre otros.
Se salió de control
Al proclamar a los cuatro vientos que la plataforma no censura ni controla ningun tipo de discurso, por más violento u odioso que sea, el feed de los usuarios se empezó a llenar de mensajes promovidos por la extrema derecha, que arremeten por ejemplo contra colectivos LGBTIQ+, afroamericanos, inmigrantes, la izquierda, los demócratas y demás.
Se han visto posts que hacen apología por la liberalización absoluta de armas en todo el país y por aflojar más aún los límites de la legítima defensa.
Hay incluso quienes hacen apología a personas como Adolf Hitler, como el caso de la vloguera estadounidense de origen afrodescendiente Candace Owens, quien alguna vez dijo: si Hitler solo quería hacer grande a Alemania y hacer que las cosas funcionen bien, por mí está bien».
Otras cuentas difunden noticias falsas sobre el COVID-19, asegurando que es causada por las ondas de la telefonía 5G o que fue creado para controlar la población mundial. Hay terraplanistas y negacionistas del cambio climático y, por supuesto, conspiranoides que hablan de illuminatis, masones y clubes secretos.
Un momento: sí hay límites
John Matze, CEO de la empresa, tuvo que hablar en Twitter para explicar que Parler no es una anarquía total y que hay algunas pautas que respetar. A pesar de la filosofía de no intervención, se contrataron en la última semana unos 100 moderadores «voluntarios» que, según dijo, son usuarios de la red desde sus inicios por lo que conocen las regas y códigos de conducta.
Matze, un desarrollador de software de 27 años, y su compañero socio desarrollador de software, Jared Thomson, crearon Parler en 2018 como un espacio seguro para el habla, sin importar cuán impopular sea. En su opinión, «demasiadas compañías» de redes sociales suprimieron a los ultraconservadores y carecieron de transparencia sobre cómo usaron los datos personales.
El avance para Parler, con sede en Henderson, Nevada, se produjo en los últimos meses después de que Twitter comenzó a tomar medidas más contundentes contra los discurso de odio y la desinformación sistemática. Twitter agregó advertencias a los tuits del presidente Trump sobre la votación por correo y por llamar a la violencia al decir que «cuando comienza el saqueo, comienzan los disparos» en relación a las recientes protestas por la muerte de George Floyd.
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