Moléculas orgánicas halladas en Marte pueden ser evidencia de que hubo vida
Compuestos orgánicos hallados en suelo marciano sugieren que pudo haber estado habitado alguna vez.
En los últimos años, distintos compuestos orgánicos han sido descubiertos en Marte en los últimos años, pero ¿cómo llegaron allí? Un nuevo estudio examina las diferentes formas en que un tipo en particular, el tiofeno, puede haberse formado, e intrigantemente uno de los escenarios más plausibles involucra la vida microbiana.
Las moléculas de tiofeno están formadas por cuatro átomos de carbono y un átomo de azufre dispuestos en forma de anillo. Aquí en la Tierra, estos compuestos orgánicos se encuentran en el carbón, el petróleo crudo e incluso las trufas blancas. Y sorprendentemente, el rover Curiosity de la NASA los desenterró en el Planeta Rojo hace unos años.
Los científicos se han preguntado por un largo tiempo si son estos compuestos signos de que la vida estuvo alguna vez presente en Marte. Los tiofenos podrían formarse de diferentes maneras, pero un nuevo estudio de investigadores de la Universidad Estatal de Washington y el Instituto de Tecnología de Berlín se inclina más hacia la teoría de que hubo alguna forma de vida.
«Identificamos varias vías biológicas para tiofenos que parecen más probables que las químicas, pero aún necesitamos pruebas», dijo Dirk Schulze-Makuch. «Si encuentras tiofenos en la Tierra, entonces pensarías que son biológicos, pero en Marte, por supuesto, la barra para demostrar eso es un poco más alta».
Los tiofenos a menudo se crean a través de un proceso de reducción de sulfato, que puede activarse de varias maneras. Puede ser un proceso termoquímico, donde los compuestos precursores se calientan a 120° C y, como resultado, se producen tiofenos. Estas condiciones podrían crearse en Marte a través de situaciones como impactos de meteoritos, por ejemplo.
Actividad bacteriana
Según los científicos, las bacterias pueden realizar reducción de sulfato en circunstancias específicas. La creciente evidencia sugiere que hace miles de millones de años, Marte era mucho más habitable que hoy, con una atmósfera más espesa, temperaturas más cálidas y mucha agua.
Las bacterias podrían haber sido comunes en este planeta que entonces era más similar a la Tierra, produciendo tiofinas que aún persisten en la actualidad.
La forma de demostrar si las tiofinas son hechas por actividad bacteriana o por otros eventos es por medio de una serie de experimentos que el rover Curiosity no está equipado para realizar. En futuras misiones, como el Rosalind Franklin de la Agencia Espacial Europea, podrían incluirse los instrumentos para ello.
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