50 aniversario del alunizaje: Los datos poco conocidos sobre la llegada del ser humano a la Luna
Cuando Neil Armstrong bajó una escalera y pisó la Luna, el 20 de julio de 1969, Estados Unidos había logrado una victoria política sobre su competidor más cercano, la Unión Soviética, que había llegado primero al espacio exterior con Yuri Gagarin. Pero en medio de esta pelea hubo momentos complicados, tensión y casi desastre.
Fue una hazaña para los siglos de los siglos: la llegada del hombre a la Luna marcó un antes y un después en la era moderna. Más de 1.500 logros científicos se alcanzaron gracias a la misión del Apollo 11.
Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin «Buzz» Aldrin Jr. se convirtieron en los primeros tres humanos en alunizar en el único satélite natural del planeta Tierra, aunque solo dos de ellos pusieron un pie en este: Collins se quedó en la nave porque ese era su papel en la misión.
¿Cuáles son las cosas curiosas o interesantes que dejó este hito? Te las contamos a continuación.
La Luna huele a quemado
Cuando el Apollo 11 salió de la Tierra, la NASA no sabía si el módulo lunar aterrizaría en algo sólido o se hundiría en una superficie blanda.
Por dicha, resultó ser sólida pero los tres tripulantes se toparon con una sorpresa. El suelo lunar era extremadamente pegajoso y difícil de sacudir de las botas, por lo que ingresó a la nave una gran cantidad de polvo lunar. Este tenía un olor espantoso, según narraron ellos, algo así como a quemado, como cenizas de una chimenea húmeda o como huele el aire después de un espectáculo de fuegos artificiales.
Los científicos en Tierra nunca pudieron investigar lo que olieron ellos, porque cuando el polvo lunar llegó de vuelta a Estados Unidos, este había desaparecido a pesar de que las muestras fueron transportadas en frascos herméticos.
La carrera política
En público, el presidente John F. Kennedy había prometido con vehemencia que Estados Unidos “zarparía en esta nueva aventura buscando nuevos conocimientos y se ganarían nuevos derechos» que sería usados «para el progreso de todos».
Pero una serie de grabaciones secretas de las discusiones de Kennedy revelarían más tarde que, en privado, el mandatario estaba más interesado en vencer a los soviéticos en la carrera espacial que en beneficiar a la humanidad con adelantos científicos.
En una reunión de 1962 con asesores y administradores de la NASA, JFK confesó: «No estoy tan interesado en el espacio». Estaba más interesado en ganar la Guerra Fría. Apenas unos meses después de la presentación del programa espacial de JFK, la Unión Soviética envió al primer hombre al espacio. Kennedy le preguntó a su vicepresidente, Lyndon Johnson, cómo los Estados Unidos podrían obtener una victoria contra los soviéticos. «Hay que enviar una misión tripulada a la Luna», respondió este.
Caminando de lado
Se tenía poco conocimiento de cómo sería en realidad el caminar en un lugar con microgravedad como la Luna. Es por eso que Armstrong y Aldrin ensayaron la recolección de muestras caminando de lado, suspendidos por cuerdas en el aire.
La NASA y el Servicio Geológico de los EE.UU. incluso crearon cráteres en Cinder Lake, Arizona, para asemejar un paisaje que se ajustara a una parte de la superficie lunar.
Aldrin, un católico devoto
Cuando el módulo lunar Eagle del Apolo 11 aterrizó en la Luna el 20 de julio de 1969, los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin tuvieron que esperar un poco antes de aventurarse afuera de la nave. Desde el control en tierra se les ordenó hacer una pausa antes del gran evento.
Así que Aldrin usó parte del tiempo haciendo algo inesperado, algo que ningún hombre había intentado antes. Solo y abrumado por la espera, realizó el primer sacramento cristiano llevado a cabo en la luna: un rito de la comunión cristiana.
Cuarentena
Después de arriesgar sus vidas por el avance de la humanidad, Armstrong, Aldrin y Collins tuvieron que estar atrapados en una cuarentena especial de protección planetaria a su regreso.
Dado que los humanos nunca habían estado en la Luna, los científicos de la NASA no sabían si alguna plaga mortal que se había propagado en el espacio había vuelto con ellos. Tan pronto su cápsula aterrizó en el Océano Pacífico el 24 de julio, el trío fue trasladado en un módulo hermético hasta el Laboratorio de Recepción Lunar de la NASA en el Centro Espacial Johnson; allí tuvieron acceso a una instalación de cuarentena más grande hasta su liberación el 10 de agosto de 1969.
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