La marihuana ya se usaba como droga hace 2.500 años en China

Los humanos, al igual que otras especies animales, han consumido por miles de años distintos tipos de drogas para alterarse la conciencia.

Una nueva investigación del Instituto Max Planck encontró evidencia inequívoca del uso de cannabis como droga en la China de hace 2.500 años. Se hallaron trazas químicas en cannabis con altos niveles de THC químico en braseros de madera encontrados en tumbas que datan de cinco siglos antes de Cristo.

Las tumbas se encuentran en el cementerio Jirzankal, cerca de la frontera de China y Tayikistán.

El cannabis de uso psicoactivo se aspiraba como parte de los ritos funerarios del zoroastrismo, una religión mucho más antigua que otras como el cristianismo o el islamismo. El ritual se hacía probablemente en pequeñas tiendas de acampar que se llenaban de humo. Si bien no se han encontrado tiendas de estas en la zona de Jirzankal pero sí en zonas aledañas donde la práctica fue descrita por el antiguo historiador griego Heródoto.

Uso religioso y espiritual

Un análisis de madera y piedras de Yimin Yang en la Academia de Ciencias de la Universidad China en Beijing reveló restos de cannabidiol (CBD) y tetrahidrocannabinol (THC), las sustancias psicoactivas más importantes de la planta del cannabis.

La planta de marihuana silvestre tiene muchísimo menos THC que las variedades modernas y dejaría rastros similares de CBD y otros químicos, dice Yang. Sin embargo, él y su equipo encontraron niveles mucho más altos de THC que de CBD. Eso demuestra que los chinos en ese entonces habrían criado cepas mutantes de marihuana con niveles más altos de THC, con el fin de obtener efectos mucho más fuertes.

De acuerdo con Robert Spengler, uno de los investigadores del estudio, la planta de Cannabis sativa se ha domesticado dos veces a lo largo de la historia. Primero, fue cultivada en el este de Asia hace unos 3.500 años principalmente por sus semillas que eran trituradas para hacer aceite, o bien por sus fibras de cáñamo que se usaban para hacer ropas y cuerdas. Estas cepas de cáñamo tienen niveles bajos de THC, como las plantas silvestres que crecen en gran parte de Asia.

Después, se criaron y mezclaron distintas variedades con el fin de obtener una cepa con alto contenido de THC para uso ritual y religioso. Este descubrimiento recuerda que a inicio de este año en Bolivia se encontró una bolsa con utensilios que los aborígenes locales parecían haber usado para consumir cocaína y ayahuasca la cual data de entre los años 905 y 1170.