El machismo está intentando opacar a Katie Bouman y su imagen del agujero negro
Hace unos días los humanos conocimos la primera imagen jamás captada de un agujero negro. La estrella del espectáculo fue una joven doctora de 29 años. Para algunos hombres, eso es insoportable.
La imagen de dos colores, blanco y naranja, que ofrece una visión un poco borrosa pero histórica de cómo se ve el horizonte de sucesos de un agujero negro, dio de qué hablar en las últimas dos semanas. Todo esto sucedió gracias a la doctora Katherine Bouman, una becaria postdoctoral de 29 años del MIT, quien desempeñó un papel crucial en la creación de la imagen y logró un amplio reconocimiento en los medios de comunicación a nivel internacional por su contribución.
En abril de 2017, una red de radiotelescopios repartidos por todo el mundo comenzó a mirar hacia el cielo con sus «ojos» enfocados hacia un agujero negro a unos 54 millones de años luz de distancia, en el centro de la galaxia Messier 87. Durante los próximos dos años, un equipo de 200 científicos trabajó incansablemente para extraer el significado de estos datos y juntarlos, lo que finalmente resultó en la imagen trascendental publicada.
Junto con su equipo, la doctora Bouman -experta en informática- escribió la mayoría del algoritmo que unió los datos para crear el producto final.
La incomodidad de una mujer exitosa
No todos estaban contentos con los elogios esgrimidos para Bouman y los trolls de Internet aparecieron rápidamente. En redes sociales como Twitter, Facebook o Reddit, algunos argumentaron que Andrew Chael, otro miembro del equipo del Event Horizon Telescope, era en realidad el cerebro detrás de la imagen y escribió la mayor parte del código, pero que los medios estaban usando a la doctora Bouman para impulsar su «narrativa de izquierda» y «agenda feminista».
«Sólo se volvió viral porque la noticia muestra una tendencia desesperada por darle una palmadita en la cabeza a una mujer, por hacer algo más que producir bebés», escribió un usuario en Twitter. Otro dijo que estaba revisando el código para verificar «si ella realmente hizo el trabajo».
«Ningún algoritmo o persona sola hizo esta imagen», señala la misma Katie Bouman en una publicación de Facebook. «Se requirió del increíble talento de un equipo de científicos de todo el mundo y años de arduo trabajo para desarrollar el instrumento, el procesamiento de datos, los métodos de obtención de imágenes y las técnicas de análisis necesarias para lograr esta hazaña aparentemente imposible», agregó.
En un largo hilo de Twitter, Chael defendió a Bouman, colega y amiga personal, saludando el reconocimiento por su trabajo y señalando que él no escribió las «850.000 líneas de código» que la gente estaba tratando de atribuirle. «Estoy emocionado de que Katie haya recibido reconocimiento por su trabajo y que ella esté inspirando a las personas como ejemplo del liderazgo de mujeres en la ciencia», aseveró.
Los números para las mujeres, como era de esperarse, son desalentadores en la ciencia y tecnología: mientras 1 de cada 4 hombres con títulos académicos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas («títulos CTIM») continúan carreras en sus áreas después de graduarse, solamente 1 de cada 7 mujeres lo logra.
sin embargo, hacer investigaciónes con recursos humanos más diversos tiene mejores resultados: según un informe publicado en la revista Elsevier, los equipos de investigación con mayor diversidad y una representación más amplia de los diversos grupos sociales y géneros tendían a producir ideas más originales principalmente debido a la variedad de perspectivas que se presentan en un argumento.
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