Microsoft presenta su gran apuesta del año: la nueva Surface Studio

Basada en su tecnología PixelSense -equivalente a la Retina Display de Apple-, la Surface Studio parece estar enfocada en aquellas personas que trabajen en la industria gráfica y visual, cualquiera que sea la rama en la que estén, aunque cualquier le puede sacar buen provecho debido a su altísima capacidad y versatilidad.

28 pulgadas de espacio en una pantalla que se puede girar casi hasta quedar en posición horizontal hacen que el trabajo se vuelva una tarea más simple. La resolución es de 4K (4500x3000px) 13.5 millones de pixeles que ofrecen una percepción casi real de los colores y las texturas.

Es multi táctil con hasta 64 niveles de sensibilidad a la presión y se puede prescindir de las interfaces clásicas como el teclado y el mouse para casi cualquier cosa que se quiera hacer.

Potencia

Microsoft pondrá a la venta solamente versiones con procesadores Inter Core i5 y Core i7 con tarjeta de vídeo de no menos de 4 GB y hasta 32 GB de memoria ram instalable.

El disco duro sera híbrido, o sea que contiene un disco giratorio y uno de estado sólido, lo que garantiza seguridad a los archivos y estabilidad a los procesos y almacenajes. El espacio pre instalado será de 1TB y 2TB.

La conectividad se reduce a 4 puertos USB 3.0, uno de ellos de alta potencia para dispositivos que lo requieran, además tiene ranura para tarjeta SD y un puerto mini-display para conectar monitores externos, y por supuesto un puerto de 3.5 para conectar salida de audio.

Claro está que todos estos componentes de última generación, en su sumatoria, alcanzan un precio elevado: la más simple con Core i5 cuesta US$2.999; le siguen dos versiones en Core i7 a un costo de US$3.499 y US$4.199, según la configuración escogida.

Otro gran artilugio que agregaron los desarrolladores de la Surface Studio es el dispositivo «Surface Dial», un dispositivo que sirve para controlar distintas herramientas en la pantalla, y que es reconocido por el táctil para cambiar colores, acceder, avanzar o retroceder en páginas o navegación web, entre otra cantidad infinita de posibilidades.