Gastó US$100 millones en una réplica del arca de Noé con dudosos fundamentos científicos

Una réplica gigantesca de 155 metros de largo, 26 de ancho y 15 de alto (equivalentes a 300 codos de largo, 50 de ancho y 20 metros de alto, según las proporciones bíblicas) abrió sus puertas el fin de semana pasado en la ciudad de Kentucky, en el centro sur de Estados Unidos, enmarcada en el controversial Museo Creacionista, que ha sido ampliamente criticado por los científicos por carecer de fundamentos y basarse en una apreciación muy tergiversada de la Biblia.

«Este barco gigante es una capilla criando hijos científicamente analfabetos a quienes les mienten sobre ciencia», afirmó Jon Helton, un vecino cercano al parque. 

Sin embargo el siempre controversial Ken Ham, gestor del museo y el arca, defiende su proyecto afirmando que se apega a las indicaciones bíblicas. «En un mundo cada vez más secular y tendencioso, es tiempo de que los cristianos hagamos algo de esta magnitud», afirma el pastor evangélico fundado de «Answers in Genesis» (respuestas en el génesis), la fundación que administra todo el parque.

En distintos recintos del arca hay dinosaurios, animales que no fueron contemporáneos de los homínidos ni aparecen en la Biblia, según diversas investigaciones y fuentes científicas, pero Ham quiso agregarlas para afirmar que todas las criaturas fueron creadas por Dios.

A pesar de respetar las medidas que Noé recibió, el arca cuenta con energía eléctrica en todo el edificio, aire acondicionado, láminas plásticas que simulan madera y fibras sintéticas por todo lado, para bajar costos y que su aspecto prolijo dure más tiempo.

Críticas por todo lado

El conocido divulgador científico Bill Ney, reconocido por su programa educativo de televisión de los 90’s, visitó el arca por invitación del creador, aunque ya había criticado el proyecto diciendo que era un intento de tergiversar la educación científica de la nación. En un debate que mantuvieron el pastor cristiano y el científico en 2014, Nye expresó que tenía esperanzas de que el arca no fuera construida, porque «sería para adoctrinar a niños y jóvenes en un punto de vista extravagante y ajeno a lo científico».

Por unos 60 dólares por persona se podrá visitar el arca y el museo creacionista. En los dos lugares se niega con información bastante subjetiva las teorías evolutivas, el big bang, y otros postulados científicos que colisionan directamente con las escrituras sagradas del cristianismo.

En la ceremonia de inauguración, Ham dijo que «este será el mayor aporte del cristianismo en esta era de la historia».