5 Beneficios de la actividad física para la salud cardiovascular según el Dr. Juan Tourn
La salud cardiovascular es un pilar fundamental en el bienestar general de las personas. En este contexto, el cardiólogo Juan Tourn, del Hospital Británico, ofrece valiosas reflexiones sobre el impacto de la actividad física y los hábitos saludables en el corazón, resaltando los puntos clave y cómo estos pueden aplicarse en nuestra vida cotidiana para mejorar nuestra salud cardiovascular.
Corazón sedentario vs. corazón entrenado
Una de las características más notables de un corazón sedentario es la taquicardia de reposo, que se traduce en un aumento de la frecuencia cardíaca en reposo. Esta condición es especialmente evidente en personas que no realizan actividad física regularmente. En contraste, los individuos físicamente activos presentan una capacidad funcional significativamente superior. Esto es crucial, ya que un corazón entrenado no solo es más eficiente, sino que también muestra adaptaciones estructurales y eléctricas que contribuyen a un mejor desempeño cardiovascular.
La práctica regular de actividad física no solo mejora la salud del corazón, sino que también induce cambios positivos en todo el sistema cardiovascular. Estos cambios ocurren desde dos perspectivas: estructural y eléctrica. La actividad física, especialmente aquella que combina componentes dinámicos y estáticos, como el fútbol o el levantamiento de pesas, genera adaptaciones que resultan en un corazón más robusto.
Beneficios de la actividad física
El Dr. Tourn del Hospital Británico enfatiza que la actividad física tiene múltiples beneficios a lo largo de toda la vida y a cualquier edad. No obstante, es importante señalar que un exceso de ejercicio puede ser perjudicial, especialmente en personas con cardiopatías predisponentes, como arritmias o enfermedades isquémicas. En estos casos, la actividad física excesiva podría desencadenar eventos cardíacos graves.
A pesar del bajo riesgo de muerte súbita en deportistas, esta posibilidad genera un debate importante. Las muertes súbitas en individuos que parecen estar en perfecto estado físico son impactantes y pueden ser prevenidas. La clave está en la prevención y el control, ya que muchos eventos adversos pueden ser evitados mediante una correcta evaluación médica y la identificación de señales de alarma, conocidas como ‘banderas rojas’.
Señales de alerta
El cardiólogo del Hospital Británico menciona también que ciertos síntomas deben ser considerados como indicadores de alerta. Desmayos, dolor en el pecho al esfuerzo, fatiga y palpitaciones son señales que los deportistas deben conocer y comunicar a su médico. Al identificar estos síntomas tempranamente, se puede iniciar una batería de estudios que aseguren la salud del corazón y prevengan eventos catastróficos.
La prevención se convierte en el lema central para que los deportistas puedan realizar sus actividades de manera segura. La importancia de desarrollar hábitos saludables y mantener un estilo de vida activo es innegable, pero debe hacerse con precaución, reconociendo las limitaciones de cada individuo.
Control de la presión arterial
Uno de los principales factores de riesgo cardiovascular hoy en día es la hipertensión arterial. En Uruguay, la presión arterial elevada es prevalente, y el Dr. Tourn subraya que la práctica de actividad física, adaptada a las condiciones de cada persona, es fundamental para su control. Contrario a la creencia de que los pacientes hipertensos deben evitar el ejercicio, lo que se recomienda es realizar actividad física adecuada a su condición.
Incorporar hábitos de vida saludables que incluyan la actividad física, una dieta equilibrada y, en algunos casos, medicación, es clave para el manejo de la hipertensión y otros factores de riesgo.
Estrategias para una vida saludable
La diferencias entre un corazón sedentario y uno entrenado son claras. A nivel estructural, un corazón entrenado muestra un aumento en el tamaño y grosor de las cavidades, así como una mejor adaptación eléctrica. El ejercicio regular produce un efecto positivo en el tono vagal y la capacidad de respuesta del corazón ante diferentes situaciones.
No obstante, es esencial realizar una evaluación adecuada para distinguir un corazón de deportista de uno que presenta patología. Para aquellos mayores de 35 años, el Dr. Tourn enfatiza la importancia de identificar precozmente cualquier alteración cardíaca antes de que se convierta en un evento crítico.
La rehabilitación y la reintegración al deporte
En casos donde se identifica una cardiovascularidad irregular, el enfoque debe centrarse en el tratamiento y la rehabilitación. La reintegración de las personas a sus actividades deportivas es clave, y la rehabilitación cardíaca ha demostrado mejorar no solo la calidad de vida de los pacientes, sino también su supervivencia.
En cuanto a las arritmias, es importante distinguir entre aquellas que son propias del deportista y las que pueden ser patológicas. Ante la presencia de arritmias que representan un riesgo para la salud, es fundamental un tratamiento adecuado y un seguimiento sistemático por parte del equipo médico. De este modo, los pacientes pueden ser reintegrados a la actividad física de manera segura.
La Importancia de un estilo de vida activo
El desafío de mantener un corazón saludable en una sociedad cada vez más sedentaria es importante. La incorporación de actividad física regular debe ser un objetivo de todos, independientemente de la edad o la condición física. El especialista del Hospital Británico resalta que no se requiere ser un atleta de élite para disfrutar de los beneficios del ejercicio; actividades sencillas como caminar, nadar o andar en bicicleta pueden marcar una gran diferencia en la salud cardiovascular.
Asimismo, fomentar buenos hábitos desde una edad temprana contribuye a desarrollar una conciencia sobre la importancia de cuidar el corazón. Los padres y educadores desempeñan un papel crucial en este aspecto, promoviendo estilos de vida saludables y modelando comportamientos activos.
Los beneficios de mantener una buena salud cardiovascular son innumerables y abarcan desde una mayor calidad de vida hasta una reducción del riesgo de enfermedades mortales. El Dr. Juan Tourn, a través de sus recomendaciones basadas en la evidencia clínica, enfatiza que la actividad física y los buenos hábitos están interrelacionados y son esenciales para un corazón saludable.
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