Agua con niveles de arsénicos por encima de lo permitido llega a más de 160 localidades del interior
El arsénico es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un agente cancerígeno. Las personas que fuman tabaco también están expuestas al arsénico inorgánico, la forma más cancerígena de este elemento químico.
Al menos 163 localidades del interior del Uruguay reciben agua de Obras Sanitarias del Estado (OSE) con niveles de arsénico superiores a lo permitido.
Los niveles de arsénico se registraron en pozos de donde se extrae agua, tanto por OSE como por particulares. La mayoría están en el este y el sur del país, según informó el jueves Teledoce.
El ministro de Ambiente, Adrián Peña, manifestó el miércoles que esto no se da por contaminación externa sino que sucede de forma “natural” y que está presente en cantidades que, aunque están por encima de los parámetros considerados como seguros, no representa un riesgo para la población.
“El efecto más grave que tiene el arsénico es la generación de cáncer -está declarado cancerígeno humano- pero va a depender de cómo se consuma a lo largo de determinado tiempo y cantidad”, dijo al citado medio la profesora de la Facultad de Química de la Universidad de la República (UDELAR) Nelly Mañay.
“Del cáncer para abajo hay otros efectos que se pueden ir dando en valores menores a lo largo de mucho tiempo de vida”, agregó la científica.
Las personas que fuman tabaco también están expuestas al arsénico inorgánico, la forma más cancerígena de este elemento químico.
Peligro potencial para la salud
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el arsénico es un agente cancerígeno que está presente de forma natural en niveles altos en las aguas subterráneas de muchos países en todo el mundo. El arsénico es muy tóxico en su forma inorgánica. “Su mayor amenaza para la salud pública reside en la utilización de agua contaminada para beber, preparar alimentos y regar cultivos alimentarios”, explica el organismo.
“La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes”, prosigue alertando la OMS.
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