Gobierno flexibiliza la legislación sobre cigarrillos para que “compitan” con el contrabando

El gobierno de Luis Lacalle Pou, por medio del Ministerio de Industria, aprobó un decreto que flexibiliza la normativa vigente sobre la comercialización de cigarrillos, que data del gobierno de Tabaré Vázquez.

El fallecido expresidente había argumentado en su momento que la publicidad en las cajetillas de cigarrillos debería desaparecer para hacerlos menos atractivos para las y los consumidores, pero para el actual gobierno, y que la indiferenciación de origen en el propio cigarrillo “facilita la elaboración y circulación de cigarrillos falsificados”.

Otro de los cambios introducidos es que, desde ahora, se vuelve a permitir la comercialización del producto en cajetilla blanda; según dice el propio decreto, las características de esta son una ventaja frente a la actual -rígida, de apertura flip flop– “le permiten competir más efectivamente con aquellas mayoritariamente del mismo tipo que ingresen de contrabando”.

El gobierno ve “limitaciones” frente al contrabando

El Ejecutivo añade en el texto que estas son “limitaciones” que ponen a los productos de fabricación legal en desventaja frente a los de contrabando. 

“En el cigarrillo o en el interior de la cajilla, el fabricante podrá incorporar elementos distintivos destinados a determinar la autenticidad del producto o su trazabilidad con el fin de detectar y combatir su desvío o adulteración”, reza nuevo artículo 10° que sustituye al anterior. “El filtro será de color imitación corcho o blanco, siendo biodegradable y en él se podrá incorporar la identificación de la marca”, prosigue. 

Los paquetes ahora podrán además contar con logotipos, tal como lo usa cualquier producto que quiere atraer la atención de las y los consumidores, algo que hasta ahora estaba prohibido por el decreto de Vázquez.