Europa como epicentro de la viruela del mono: Lo que sabemos hasta ahora

La viruela del mono sigue su tendencia al alza en Europa, continente que es el epicentro de este brote que mantiene en alerta a las autoridades de salud de todo el mundo. Es el mayor brote de esta enfermedad -endémica en África- en décadas, siendo una variante que no está erradicada en la mayoría de países como sí la viruela clásica.

Londres, Madrid y Lisboa reportan varios cientos de casos, mientras que en otras grandes ciudades europeas como Berlín, París y Bruselas, así como varias en Países Bajos e Italia se mantienen en vigilancia.

Antecedentes

La viruela considerada “clásica” fue erradicada en 1980, y justo por esos años se empezó a reportar un nuevo tipo de variante que se le llamó viruela del mono, o “monkeypox”, en inglés.

El 14 de mayo, La agencia de salud pública del Reino Unido UKHSA informó que se habían identificado dos casos de viruela del mono en humanos, sin antecedentes previos a África en donde el virus circula de forma endémica en varios países. Tampoco habían tenido contacto con un positivo, al menos que ellos supiesen: el primer caso registrado, sí con antecedentes de viaje al continente africano, fue el 7 de mayo.

Desde entonces se han contabilizado unos 2.000 casos en todo el mundo, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera que sea una preocupación con acciones como las que han requerido la pandemia del COVID-19.

Las autoridades de salubridad de España también ha estado encontrando casos: según publica el diario español El País, hasta este 20 de junio, el Ministerio de Sanidad había confirmado más de 700, siendo el país del mundo con más casos; se distribuyen en 13 comunidades, concentrando unos 510 casos en la capital Madrid.

Se ha requerido hospitalización en 11 casos, sin notificar fallecimientos. En 112 de los 116 casos en los que se dispone información, la transmisión ocurrió por contacto íntimo durante las relaciones sexuales.

Alemania también está entre los países con más casos fuera de África: más de 400 hasta inicios de esta semana -siendo el país en que más rápido crecen los contagios, seguido de Portugal con 241.

En Francia, el número subió de 91 a 183 en cuestión de una semana, estando 129 de ellos solo en París. En países bajos había 95 hasta el lunes, en Bélgica 62, en Italia 71 y en Suiza 40.

Vale aclarar que estos datos no son comparables entre sí porque todos los países están midiendo de forma distinta los casos, algunos de forma diaria y otros de forma semanal, y también cada autoridad está realizando testeos a su forma y ritmo.

En América, Canadá es el país con el brote mas grande: el pasado viernes se habían constatado 168 y las autoridades de Salud de Quebec, la provincia más afectada, habilitaron la vacunación a las personas que lo deseen a fin de frenar el brote.

En Estados Unidos hay voces que alertan que se están detectando muy pocos casos, por lo que existe la posibilidad de que estén circulando personas contagiadas no informadas.

Hacia el sur, Brasil ha encontrado ocho casos y México cinco, mientras que Argentina identificó a tres, Chile 2 y Venezuela 1.

Para el próximo 23 de junio, la OMS convocó al Comité de Emergencias para evaluar el avance de los brotes y determinar si representan un riesgo para la salud pública a nivel global.

Sintomatología

El periodo de incubación de la viruela del mono es de 5 a 21 días, y las personas infectadas pueden contagiar desde el inicio de los síntomas. La forma más fácil de contraer la enfermedad de una persona cursándola es tener contacto con sus fluidos corporales, principalmente con la supuración de las pústulas cutáneas.

En una primera fase los síntomas son: fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor de espalda y dolores musculares, escalofríos, cansancio e inflamación de los ganglios linfáticos.

 

En una segunda fase los síntomas son: erupciones en la cara y en el resto del cuerpo, especialmente en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Al principio las lesiones son llanas (máculas), después dolorosas (pápulas) y seguidamente se convierten en ampollas llenas de líquido transparente. Esta etapa dura de dos a cuatro semanas.

Si presentas estos síntomas, debes informar a las autoridades de salud de tu localidad.