Por aumento de casos de COVID-19, escuelas de EE.UU. reinstauran obligatoriedad de la mascarilla

Los casos de COVID-19 están en aumento en los Estados Unidos, lo que llevó a algunos distritos escolares -particularmente en el noreste- a reinstaurar el mandato y la recomendación del uso de la mascarilla en los centros educativos y sus entorno.

Estados Unidos sobrepasó por estos días el triste hito de 1 millón de fallecimientos por COVID-19, siendo el número 1 del mundo en el ranking por muertes, y ya acumula 83,9 millones de contagios según el portal estadístico World Meters.

El regreso de la mascarilla en las escuelas no estará tan extendido como durante la pandemia, particularmente porque las preocupaciones del público en general respecto al virus ha disminuido. Pero los distritos de Maine, Nueva Jersey y Pensilvania han vuelto a pedir el elemento de protección, y algunos en Massachusetts también los recomiendan incluso cuando el año escolar entra en sus últimas semanas.

El distrito escolar de Portland, el más grande del estado de Maine, ordenó que desde esta semana se vuelva a usar la mascarilla. Sucede lo mismo en el distrito de Bangor y en las escuelas secundarias de Pittsburg y en algunas de Nueva Jersey.

Fuera de las escuelas, los funcionarios públicos muestran poco o nulo interés en volver a usar tapabocas, reflejando el agotamiento del público después de dos años de restricciones.

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la mayoría de los condados del país considerados con niveles “altos” de COVID-19 se encuentran en el noreste del país.

Aumento de casos

Los casos diarios confirmados en los Estados Unidos promedian en 79.000, un 50% más en comparación con las últimas dos semanas de acuerdo a datos de la Universidad Johns Hopkins, lo cual sigue siendo moderado en comparación con aquellos días de picos de casos cuando el país norteamericano tocó casi 900.000 diarios, durante el gobierno de Donald Trump cuya estrategia fue cuestionada en todo el mundo.

Sin embargo, los recuentos de casos actualmente son bajos debido a una importante baja en las pruebas hechas por las autoridades estatales y federales, y a que se venden libremente pruebas para hacer en casa y cuyos resultados no siempre son informados.

Un influyente grupo de modelos de la Universidad de Washington en Seattle estima que solo el 13% de los casos se notifican a las autoridades sanitarias.