VEGANISMO

Las «carnes vegetales» están en su mejor momento durante la pandemia. ¿A qué se debe?

No todas las personas abandonan la carne por su gusto: algunos vegetarianos o veganos extrañan el sabor de la carne y es por eso que los sustitutos de origen vegetal tienen tanto éxito. Pero ¿qué tiene que ver la pandemia en el auge?

Foto cortesía de Beyond Meat
Foto cortesía de Beyond Meat

Nunca ha habido un mejor momento para cortar la carne de tu vida o al menos limitarla significativamente. Especialmente porque ahora hay una gran cantidad de opciones que, si nadie te dijera que son de origen vegetal, pasarías como cualquier hamburguesa, chorizo o nugget de pollo.

Hace unos años, salir a comer era toda una odisea para los vegetarianos o veganos y siempre terminaban comiendo ensalada o papas fritas. Ahora la realidad es muy distinta y la aceptación y disponibilidad aumentan a medida que hay más gente «veggie» en todo el mundo.

El consumo de carne en general y per cápita sigue aumentando a medida que aumenta la población global, por lo que aún no se han producido reducciones reales en el consumo de carne a gran escala. Pero más personas parecen preocupadas por comer menos carne a medida que las conexiones entre la producción industrial de carne y el cambio climático se han vuelto más obvias.

Cadenas de comida rápidas estadounidenses ya están probando el pollo vegano en sus menús. Foto cortesía de ingredientsnetwork.com
Cadenas de comida rápidas estadounidenses ya están probando el pollo vegano en sus menús. Foto cortesía de ingredientsnetwork.com

Coronavirus y la industria cárnica

La tendencia a largo plazo sin embargo parece virar hacia la reducción en el consumo de carne, y la pandemia de coronavirus ha acelerado esa tendencia. La empresa estadounidenses de encuestas Nielsen informó que en el período de dos meses (hasta el 2 de mayo), las ventas de carnes alternativas en los supermercados aumentaron en un 264%.

En Estados Unidos, uno de los mayores consumidores de carne del planeta, la pandemia y la caída en el consumo están relacionadas debido a que las instalaciones de envasado están en puntos críticos del coronavirus: casi el 60% de los empleados de Tyson Foods (la más grande empresa cárnica del país) en una planta de producción y casi el 50% de otra -en el estado de Iowa- dieron positivo al virus.

Una planta de carne de cerdo en Sioux Falls, Dakota del Sur, se encuentra en otro punto caliente del COVID-19, y el 5% de la carne de cerdo que comen los estadounidenses proviene de esa planta en particular. Al menos 20 trabajadores de plantas procesadoras de carne han muerto por coronavirus, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Faenado y distanciamiento social

La razón por la que estos números son tan altos está directamente relacionada con el trabajo de faenado (sacrificio y corte de animales) y el procesamiento de las carnes, lo que dificulta el distanciamiento físico entre los trabajadores.

Además, para mantener la carne industrial barata, la industria contrata en su mayoría trabajadores de estratos socioeconómicos bajos y los someten a condiciones de vida y transporte paupérrimas: viajan en autobuses abarrotados y cuentan con pocos implementos como mascarillas o alcohol en gel, el ambiente perfecto para el coronavirus.

Cuando esas plantas y docenas de otras cerraron en Estados Unidos y decenas de otros países del mundo, los granjeros no tenían a dónde enviar a sus animales, por lo que millones de vacas, cerdos y pollos fueron gaseados o matados con disparos para posteriormente ser eliminados como desechos.

Cambio de hábitos

A pesar de todo lo anterior, el aumento en el consumo de carnes alternativas podría tener menos que ver con la culpa por el cambio climático y más con todas las alternativas sabrosas que la gente ha estado comprando durante la pandemia.

Hay fiambres a base de vegetales (difíciles de distinguir cuando se apilan en un sándwich), nuggets de pollo con micoproteína, perros calientes (panchos) de tofu, sustitutos de carne roja como la «Beyond Meat» o la «Impossible Meat» que incluso sangran.

Asimismo, hay una variedad de quesos sin lácteos en todo tipo de formulaciones sabrosas que enamoran hasta al más acérrimo amante de los quesos.

Es importante que, a medida que hemos tenido más tiempo para pensar en lo que comemos en casa, las comidas vegetarianas y veganas se vuelvan la norma y no la excepción en nuestras mesas, por el bien de nuestra salud, de los animales y del medio ambiente.

 

 

 

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