COVID-19

Suspenden estudio con cloroquina por mortalidad en pacientes que recibieron dosis altas

La cloroquina, usada contra la malaria, ha estado siendo investigado como posible cura para el coronavirus. Se analiza ahora si habría provocado una mortalidad alta en pacientes de un estudio hecho en Brasil.

Foto con fines ilustrativos: Pixabay
Foto con fines ilustrativos: Pixabay

La cloroquina apareció primero en el panorama en 2012, cuando se investigó como posible tratamiento del síndrome respiratorio de oriente medio (MERS, por sus siglas en inglés), pero después de reiteradas pruebas no se pudo demostrar que era suficientemente efectivo contra el virus.

Recientemente, pequeños estudios han retomado esa línea de investigación nuevamente, buscando si el medicamento podría impedir que los coronavirus, como el COVID-19, infecten las células humanas.

Se sabe que la cloroquina tiene efectos secundarios leves, como por ejemplo: dolor de cabeza, pérdida de apetito, diarrea, malestar estomacal, salpullido o picazón, caída de cabello y cambios en el estado de ánimo; pero también podría provocar otros más peligrosos como visión borrosa o con destellos luminosos, dificultad para enfocar y leer, pitido en los oídos (tinitus), vómitos, frecuencia cardíaca irrecular, convulsiones y dificultad para respirar.

Incluso otro medicamento químicamente semejante, la hidroxicloroquina, genera serias dudas en los científicos: «La medicación antipalúdica hidroxicloroquina y el antibiótico azitromicina están ganando atención como tratamientos potenciales para COVID-19, y cada uno tiene implicaciones graves potenciales para las personas con enfermedad cardiovascular existente», señala la Asociación Estadounidense de Salud en un comunicado.

 

Posible muertes relacionadas a la cloroquina

A medida que la pandemia avanza en todo el mundo a pasos galopantes, la cloroquina se pensó como un potencial tratamiento y ha sido impulsado por algunos científicos en varios países, pero en las últimas horas se tuvo que detener un estudio con este químico debido a que se constató la muerte de pacientes en que se había probado.

Un equipo de investigadores de Brasil publicó sus resultados preliminares en el servidor de papers científicos para revisión medRxiv, explicando que detuvieron el experimento con dosis altas de su estudio después de solo seis días, ya que varios pacientes murieron, mayormente en el grupo aleatorizado para recibir dosis más altas del medicamento.

Los científicos reclutaron a dos grupos de pacientes con COVID-19 en un hospital público de Manaos. Al primer grupo se le aplicaron dosis altas que sumaron 12 miligramos de cloroquina durante 10 días. Al segundo grupo se le suministraron dosis bajas que totalizaron 2.7 gramos a lo largo de 5 días. Todos los participantes también recibieron los antibióticos ceftriaxona y azitromicina.

Después de que 11 pacientes murieron en ambos grupos de dosificación, el equipo detuvo el brazo de dosis alta del ensayo el día seis, citando más problemas de ritmo cardíaco en el grupo de dosis alta y «una tendencia hacia una mayor letalidad».

«Los resultados preliminares sugieren que la dosis más alta de cloroquina (régimen de 10 días) no debe recomendarse para el tratamiento con COVID-19 debido a sus posibles riesgos de seguridad. Tales resultados nos obligaron a detener prematuramente el reclutamiento de pacientes para el grupo de dosis altas», concluyeron los científicos.

Los involucrados en el estudio declararon bajo juramento no tener ningún conflicto de interés y el paper está en revisión por pares.

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