Nuevo test podría detectar la diabetes con mayor antelación
La prueba de tolerancia a la glucosa es el método estándar para detectar diabetes. Pero un nuevo estudio sugiere que pronto podría detectarse mucho antes en los pacientes.
La diabetes 3.4millones de personas en todo el mundo cada año, y se espera que esta cifra siga en aumento. Provoca la muerte debido a complicaciones por enfermedades secundarias, como padecimientos cardíacos, derrames cerebrales e insuficiencia renal. Y cuanto más tiempo pasa la diabetes sin tratarse, mayor es el riesgo de desarrollar estas enfermedades, por lo que la detección temprana es vital.
Se manifiesta cuando el cuerpo ya no puede regular sus propios niveles de azúcar en la sangre. El azúcar en la sangre es controlado por la insulina, una hormona producida en el páncreas. Esta hormona reduce la glucosa en sangre haciendo que las células del cuerpo la absorban, la almacenen o la usen como energía.
Existen dos formas principales de diabetes: tipo 1 y tipo 2. El tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo destruye las células del páncreas que producen insulina. El tipo 2 es una enfermedad progresiva donde el cuerpo primero se vuelve resistente a la insulina. Inicialmente, el cuerpo produce más insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre, pero luego el páncreas se agota y los niveles de glucosa en sangre se vuelven peligrosamente altos.
La grasa como nuevo marcador
En la tipo 2, las células del cuerpo se vuelven resistentes a los efectos de la insulina antes de que se desarrolle la diabetes. Esto hizo que un grupo de científico se preguntaran si era posible detectar etapas más tempranas de la enfermedad, cuando el cuerpo es resistente a la insulina, pero antes de que el páncreas se haya agotado y los niveles de glucosa en la sangre hayan aumentado. Se centraron en investigar cómo el cuerpo deja de responder a la insulina. Y para hacerlo empezaron a considerar la grasa como factor y no glucosa.
La obesidad ahora se establece como la principal causa de diabetes tipo 2. Una de las principales formas en que se piensa que la obesidad causa diabetes es que la grasa corporal (tejido adiposo) no funciona correctamente y suele ser demasiada para las necesidades del cuerpo y empiezan a suceder malfunciones.
El tejido adiposo saludable absorbe la grasa que consumimos y la almacena hasta que se necesita como combustible, como por ejemplo cuando estamos dormidos por la noche. Cuando las personas obesas comen, su tejido adiposo no absorbe la grasa. En cambio, la grasa se dirige a otros órganos, como el hígado y los músculos, donde causa resistencia a la insulina con sus respectivas complicaciones.
El concepto de que el tejido adiposo defectuoso puede causar resistencia a la insulina y la diabetes está fuertemente respaldado por la evidencia de personas con lipodistrofia, una afección en la que el cuerpo no tiene tejido adiposo. Las personas con esta afección tienen una resistencia a la insulina y diabetes severas.
Actualmente, los médicos realizan a las personas con sospechas de diabetes pruebas de tolerancia a la glucosa, usualmente antes de ingerir cualquier alimento o bebida. Luego se les da una bebida con azúcar y se toman muestras de sangre durante las siguientes dos horas.
Las personas (y los ratones de laboratorio) se clasifican como diabéticos si muestran niveles altos de glucosa en sangre durante la prueba. Pero los científicos sospechan que algunas personas obesas pasarían la prueba porque su tejido adiposo no libera suficiente grasa y su cuerpo está preparado para usar la glucosa en estados de ayuno, como cuando están dormidos.
Por el contrario, si les diéramos a las personas obesas una comida abundante, la grasa que deberían almacenar en el tejido adiposo iría a los órganos, como los músculos, y causaría resistencia a la insulina, lo que provocaría que tuvieran un nivel elevado de glucosa en la sangre.
El estudio completo explicado (en inglés) se encuentra en este enlace.
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