¿Se puede lograr un envejecimiento sano gracias a la microbiota gastrointestinal?
A ésta se la define como la comunidad de microorganismos vivos residentes en el tubo digestivo. En tanto, cabe mencionar que para el correcto crecimiento corporal es indispensable el desarrollo de la inmunidad y la nutrición.
En el caso del adulto mayor (AM), la composición de la microbiota muestra una prevalencia de alrededor del 93 % de phylum Bacteroidetes y Firmicutes, y una menor proporción de phylum Actinobacterias y Proteobacterias.
Los Firmicutes demuestran un cambio en su proporción en forma relativa que promueve un estado pro inflamatorio. En cuanto a los Bacteroidetes, su disminución está más relacionada con el uso de antibióticos, la hospitalización y la fragilidad. Además los AM tienen una mayor proporción de bacilos, anaerobios facultativos y proteobacterias que también favorecen la inflamación crónica. Entonces, los cambios en la microbiota promueven modificaciones en la inmunidad e inflamación.
La microbiota, que se desarrolla a lo largo de la vida del ser humano, contribuye a su fisiología y salud -por ejemplo, en procurar nutrientes y proteger contra los gérmenes patógenos-.
Cambios que surgen con el envejecimiento
A nivel del intestino, involucran tanto los procesos gastrointestinales funcionales como los celulares y están influenciados por factores externos así como por el envejecimiento intrínseco de los diferentes tipos de células intestinales. Estas alteraciones fisiológicas y los desórdenes que afectan al tracto gastrointestinal de los AM podrían influenciar en la composición de la microbiota y su interacción con el huésped.
Las modificaciones de la función masticatoria en el adulto mayor limitan el ingreso de nutrientes pudiendo verse cambiada la microbiota. Además, la motilidad intestinal puede disminuir con la edad llevando a tránsitos intestinales más prolongados alterando la dinámica del recambio de nutrientes y consecuentemente la composición de la microbiota. Ésta se vuelve más compleja y estable con los años y, por lo general, de composición similar entre pares, manteniendo cierta variabilidad interindividual. Asimismo, varía de acuerdo a la dieta y la ubicación del AM: en comunidad, hospitalizado o institucionalizado, por ejemplo. Los institucionalizados tienen mayor proporción de phylum Bacteroidetes y los que están en la comunidad presentan más de phylum Firmicutes; estos cambios, influenciados por el tipo de dieta, favorecen la inflamación y el empeoramiento del estado de salud en los institucionalizados.
Cabe mencionar que la polifarmacia modifica la microbiota; en tal sentido, se destaca el uso de antibióticos y los antiinflamatorios no esteroideos.
Consecuencia y tips para mejorarla
Los cambios vinculados a la edad en la composición de la microbiota podrían contribuir a las enfermedades y a la fragilidad en el adulto mayor.
Una estrategia terapéutica consiste en emplear probióticos para mejorar la composición. Los probióticos son suplementos dietéticos dirigidos al mantenimiento del ecosistema microbiológico intestinal que se asocia con un buen estado de salud y que puede influenciar en la longevidad del huésped. Si bien todavía no se cuenta con una evidencia fuerte, sí existen estudios que concluyen lo siguiente:
- El consumo de algunos probióticos reduce el riesgo de diarrea y mejoran el estreñimiento.
- Pueden colaborar en cuanto al control de los niveles de colesterol, así como también de la diabetes tipo 2, en el tratamiento de la depresión y la ansiedad.
- Prevenir cambios cognitivos, principalmente de la Enfermedad de Alzhéimer.
Dr. Oscar López
Médico de SUAT
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