Qué son las enfermedades no transmisibles y por qué es importante reducirlas

Las enfermedades no transmisibles, abreviadas como ENT, representan una amenaza mundial y engloban las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas, entre otros padecimientos.

En el año 2015, las ENT provocaron 40 millones de muertes. Esta cifra representa el 70% de todas las muertes en el mundial. Un dato aún más alarmante es que un elevado porcentaje consisten en muertes prematuras. Es decir que más de 15 millones de personas (un cuarto de todas las muertes a nivel mundial) fallecieron prematuramente, entre los 30 y los 70 años de edad.

Si bien muchos países están abocados a disminuir esta situación, el 85% de las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles tuvieron lugar en países en desarrollo, y la probabilidad de padecer una de estas enfermedades entre los 30 y 70 años es cuatro veces mayor que en los países desarrollados.

La Organización Mundial de la Salud está en alerta, puesto que la mayoría de los 15 millones de muertes prematuras por ENT podían haberse prevenido o retrasado.

Metas mundiales

Si bien la tasa actual de la mortalidad prematura por las cuatro principales ENT se encuentra en descenso, se estima que no será posible reducir en un tercio la mortalidad prematura por las enfermedades no transmisibles de aquí a 2030, como fue planteado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Es importante destacar que las políticas nacionales en sectores distintos al de la salud inciden enormemente en la mortalidad prematura debida a las ENT, por ello la Conferencia Mundial sobre Enfermedades No Transmisibles – que se desarrollará en Montevideo desde este miércoles 18 hasta el viernes 20 de octubre – intenta cambiar la forma en que se previenen y tratan.

Algunos de los sectores públicos que pueden generar mayores beneficios para la salud son la agricultura, la producción de alimentos, la producción farmacéutica, los impuestos, el comercio y el desarrollo urbano. Sin un planeamiento que abarque estos escenarios, la meta a 2030 no será cumplida puesto que intervenir únicamente en la política sanitaria es insuficiente.