PUZZLE CIENTÍFICO

La leche materna humana es la más compleja de todos los mamíferos

La leche materna humana tiene más de 200 tipos de moléculas de azúcares, es la más compleja entre los mamíferos y ayuda a sentar las bases para el sistema inmunológico del recién nacido.

La leche materna humana es la más compleja de todos los mamíferos. Foto: Pixabay
La leche materna humana es la más compleja de todos los mamíferos. Foto: Pixabay

 

Un estudio publicado en la revista Trends in Biochemical Sciences señala que la leche materna humana es la más compleja de los mamíferos y contiene más de 200 tipos de moléculas de azúcares, una medida muy por encima de otras especies. Por ejemplo la leche de los ratones o las vacas contienen entre 30 y 50 tipos.

El trabajo señala que cada uno de esos azúcares y por qué sus composición cambia durante la lactancia es aún «un puzzle científico» pero podría tener relación con el sistema inmunitario del niño y el desarrollo del microbioma intestinal (microorganismos que habitan en el tracto intestinal).

Los científicos explican que las moléculas de azúcares presentes en la leche materna no están destinadas a alimentar al bebé, sino que los niños nacen sin bacterias en el intestino y a los pocos días ya tienen millones. Los azúcares procedentes de la leche materna suelen ser el primer compuesto que esas bacterias tienen a su alcance «un almuerzo gratis» destinado a criar especies bacterianas.

Thierry Hennet, del Instituto de Fisiología de la Universidad de Zúrich que llevó a cabo el estudio explicó en un comunicado que la primera leche materna favorece la colonización del intestino por grupos específicos de bacterias que pueden digerir ese tipo concreto de moléculas de azúcares: «los bebés no tienen los mecanismos para digerir esos azúcares, por lo que están destinados, literalmente, a las bacterias. Es como si se tratara de un terreno de cultivo y la leche materna es el fertilizante».

Otra de las funciones es ayudar a crear el nuevo sistema inmunitario del bebé, por eso luego del nacimiento la leche es rica en anticuerpos y moléculas que frenan el crecimiento de bacterias dañinas y coordinan la actividad de glóbulos blancos.

La leche materna se transforma según las necesidades

Un mes después del nacimiento, cuando el niño comienza a desarrollar un sistema inmune adaptado y propio, el nivel de los anticuerpos maternos en la leche desciende más de un 90% y hay menos azúcares, lo que indica que se produce una mejor selección de especies bacterianas para el intestino.

Así la leche materna se va transformando par hacer frente a las nuevas necesidades del bebé y aumenta la cantidad de grasas y otros nutrientes que favorecen y apoyan el crecimiento del niño.

Sin embargo los expertos explican que un bebé puede crecer sano aunque no haya sido alimentado con leche materna lo que genera ciertas controversias entre los defensores de la lactancia materna y los de la alimentación artificial.

¿Cuándo parar?

Para Hennet se debe ser muy cuidadoso a la hora de hacer recomendaciones y explicó: «Por una parte, la leche materna es el resultado de millones de años de evolución y, desde luego, posee todo los nutrientes adecuados para un recién nacido, pero la cuestión es: ¿durante cuánto tiempo necesita realmente el bebé este alimento?. Creemos que las familias deberían tomar esa decisión y no los científicos».

El comunicado de Hennet agrega que la alimentación materna reduce la mortalidad infantil y disminuye significativamente los riesgos de infecciones intestinales y de las vías respiratorias, pero hay poco apoyo sobre los beneficios a largo plazo.

Así los resultados de la investigación invitan a los científicos a seguir trabajando para entender el papel de cada una de las moléculas que contiene la leche materna humana, algo que aseguran ahora es más fácil gracias a la tecnología de secuenciación genética.

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