Científicos descubren que hojas del “Árbol de Santa María” generan compuestos que bloquea reproducción del virus HIV
Un equipo científico de la Universidad Autónoma de México confirmó haber descubierto que compuestos extraídos de hojas del Árbol de Santa María (Calophyllum brasiliense), bloqueaban procesos enzimáticos impidiendo la reproducción del ADN de doble cadena, impidiendo que el virus HIV se incorpore al genoma de células humanas.
Los científicos trabajaron con el árbol originario de América del Sur y el Caribe, descripto por primera vez en Brasil hace siglo y medio, y que crece también en las selvas sureñas mexicanas. El árbol perenne, que puede alcanzar hasta los 50 metros de altura y tener un tronco de casi dos metros de diámetro, es conocido también como guanandí, calambuco, arary, o
Los compuestos antivirales –llamados calanólidos e inofilums- ya habían sido obtenidos de una variedad del árbol que crece en Asia, en 1992, y vienen desde entonces siendo estudiados a nivel del Instituto del Cáncer de Estados Unidos. Los estudios llegaron incluso a la fase clínica 1, pero la experimentación se detuvo cuando la compañía que financiaba los estudios en EE.UU. dio quiebra.
Una posibilidad de un camino largamente anhelado
El investigador mexicano Ricardo Reyes Chilpa, del Departamento de Productos Naturales del Instituto de Química de la Universidad Nacional, explicó a eldiariony.com, que “los calanólidos e inofilums que obtuvimos de Calophyllum brasiliense tienen la capacidad de bloquear la enzima transcriptasa reversa, lo que impide que se produzca una copia de ADN de doble cadena y, por consiguiente, que el VIH se incorpore al genoma de las células humanas. El virus requiere esa enzima para replicarse”.
Ahora el estudio está focalizado en evaluar el perfil de expresión genético que presentan los animales de laboratorio tratados con esos compuestos derivados del árbol. En el horizonte está reemplazar los estudios con conejillos de Indias, en análisis in vitro con células hepáticas humanas, para obtener información directa de las consecuencias de estos derivados.
Los técnicos entienden que basándose en la información recabada por los investigadores del laboratorio original –que se fundió en EE.UU.- estarán en condiciones de pasar de la fase 1 a la que ellos habían llegado, a la fase 2, donde la práctica con los específicos se realiza a nivel de pacientes humanos.
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