OMS en el Día Mundial de la Medicina Natural o Tradicional recuerda sus virtudes y apunta carencias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora cada año a partir de 1991 el Día Mundial de la Medicina Natural o Tradicional, también conocida como medicina “alternativa” o “complementaria”, aunque todas basadas en criterios de sustancias no industrializadas que benefician a la salud.
En 1991 a partir de la Declaración de Beijing, se planteó el horizonte de rescatar, preservar, impulsar y difundir los conocimientos de este tipo de medicina, así como sus tratamientos y prácticas más tradicionales. La OMS ha pedido en base a la declaración a todos los Estados miembros de Naciones Unidas que promuevan políticas que garanticen una segura y eficaz utilización de las medicinas tradicionales, teniendo en cuenta “su popularidad en todo el mundo y que a partir del decenio de 1990 se ha constatado un resurgimiento de su utilización en muchos países desarrollados y en desarrollo”.
La medicina herbaria y floral, la homeopatía, la acupuntura, la terapia neural, el biomagnetismo, la digitopuntura, son las especialidades más populares de la medicina natural en una larga lista que la OMS reconoce como aportes de relevancia en los tratamientos con que la gente puede buscar la salud en el mundo.
De su expansión y de las advertencias
El 80% de la población de los países en vías de desarrollo tiene basada su atención primaria de la salud en prácticas de medicina natural o tradicional “tanto por tradición cultural, como porque no existen otras opciones”, apunta la OMS.
La medicina natural, que prioriza el reconocimiento de la integralidad del ser humano (cuerpo, mente y espíritu) y a partir de ello la búsqueda del origen de muchas enfermedades, constituye una de las prácticas más antiguas de la Humanidad, lo que no implica necesariamente que se encuentra desfasada o sea menos efectiva que otras.
La OMS ha realizada estudios en más de 140 países sobre el tema, advirtiendo que más allá de los beneficios potenciales, en unos 40 países los “remedios” tradicionales “se utilizan mediante automedicación y son comprados o preparados por amigos o conocidos, o por el propio paciente. Esas tendencias plantean dudas sobre la calidad de los productos utilizados”, apunta la organización internacional.
Compartí tu opinión con toda la comunidad