La denuncia ante el fiscal Capaldo

El nombre del teniente de navío Ricardo Chávez Domínguez fue incluido por el fiscal italiano Gianncarlo Capaldo en una lista de 33 uruguayos dentro de 149 represores de las dictaduras del Cono Sur en el llamado Plan Cóndor, luego de un testimonio que en el año 2005 dio en Amsterdam el desertor de la Armada, Daniel Rey Piuma.

En el extenso alegato en el que Capaldo pidió la captura internacional por la muerte o desaparición de 25 ciudadanos italianos (13 de ellos uruguayos), Chávez Domínguez sólo está mencionado en una ocasión, como «jefe de operaciones especiales del Fusna» y se señalan dos domicilios: el de una «casa de masajes» y el de una academia de karate.

Rey Piuma, cuyas denuncias internacionales permitieron conocer la represión en la Armada, explicó a LA REPUBLICA desde Holanda que no supo de Chávez Domínguez hasta después de la dictadura. Lo conoció en el año 2003 cuando viajó unos días a Uruguay en forma reservada y visitó a un amigo que estaba internado en un hospital.

Chávez Domíguez -según Rey Piuma- expuso su condición de karateka, de ex segundo comandante del Fusna, dijo que ese día había estado con el represor Álvaro Diez Olazábal y comentó ­sin saber con quién hablaba- que una vez fue enviado a Prefectura para «purgar» el lugar luego que un «traidor» denunciara al capitán Eduardo Craigdallie.

«Yo no le quiero cagar la vida a nadie, pero es lo que entendí en esa conversación, en la que el supuesto traidor era yo mismo», explica Rey Piuma. En su testimonio ante Capaldo sólo lo mencionó como uno de los mandos del Fusna, en el tiempo en que lo comandaba el capitán Jorge Jaunsolo, y Jorge Tróccoli era el jefe de Inteligencia.

Chávez Domínguez recuerda haber tenido una conversación con «alguien» que visitaba a un amigo internado, pero niega haber dicho algo sobre Prefectura, aunque acepta que sí pudo hablar de que Diez Olazábal suele andar por la rambla y de que él estuvo en el Fusna, pero sólo entre 1975 y principios de 1977.