Felipe Michelini promueve la creación de un ministerio de asuntos judiciales

–¿Cómo surgió la propuesta de crear un ministerio de asuntos judiciales?

 

–El ministerio de asuntos judiciales y derechos humanos es una idea manejada en el sentido de transmitir al debate de la reforma del Estado la situación actual del Ministerio de Educación y Cultura.

La idea básica es fortalecer y priorizar dentro del Ministerio de Educación las áreas vinculadas a la educación, la cultura y la innovación para el desarrollo, que necesitan una cartera dedicada exclusivamente a esos temas. Al mismo tiempo, aquellas tareas que tienen que ver con la Justicia y los derechos humanos ubicarlas en otro ministerio.

 

–Es decir que sería una forma de descomprimir todas las tareas que se encuentran en la órbita del MEC.

 

–Exactamente. Serían dos objetivos: por un lado fortalecer las tareas de educación, cultura e innovación y, por otro, poder prestarle mejor y más atención a lo que tiene que ver con la Justicia, que ya está en la órbita del Ministerio de Educación y Cultura, por lo que no estaríamos sustituyendo tareas del Poder Judicial, porque cuando se habla de que hay poderes independientes –cosa que nosotros aceptamos y promovemos– no quiere decir que en materia de Justicia el Poder Ejecutivo no tenga ningún cometido, porque, por ejemplo, todo el Ministerio Público depende directamente del Poder Ejecutivo.

 

–¿Cuáles serían los servicios que pasarían a la órbita de esta nueva cartera?

 

–Hablamos de todo lo vinculado a las fiscalías de gobierno, Ministerio Público y Fiscal, Registro de Estado Civil, Dirección Nacional de Registros, la Junta Anticorrupción, es decir, un conjunto de servicios vinculados a la Justicia que históricamente han estado bajo la responsabilidad del Ministerio de Educación y Cultura, para los cuales planteamos que sería positivo tener una cartera especializada.

 

–¿Cómo se está trabajando en el MEC para impulsar este nuevo ministerio?

 

–Fue simplemente una reflexión que realizamos cuando asumimos en el ministerio y cuando se nos pidieron insumos en relación a la reforma del Estado lo planteamos, porque se necesitan políticas en materia de acceso y promoción de la Justicia, que son aspectos que hacen a la seguridad jurídica y al Estado de Derecho.

–¿Es posible poner en marcha el ministerio de asuntos judiciales en este período de gobierno?

 

–Ese es un tema de voluntad política que trasciende el nivel del propio Ministerio de Educación y Cultura, porque será una decisión del Poder Ejecutivo que se tomará en el marco del debate sobre la reforma del Estado.

 

–Al hablar de un ministerio de estas características, surge inevitablemente la vinculación con el Ministerio de Justicia de la dictadura.

 

–Eso (el Ministerio de Justicia) fue una intervención al Poder Judicial; esto es otra cosa. Nosotros hablamos de cometidos que ejerce actualmente el Ministerio de Educación y Cultura en el marco de la Constitución de la República. Quien diga que esta es una iniciativa similar a la que promovió en su oportunidad la dictadura militar, o está mal informado, o tiene otras intenciones.

 

–¿Usted se proyecta como eventual ministro en caso de que se decida crear esta nueva cartera?

 

–Soy un político, y en el marco de un gobierno progresista puedo asumir la responsabilidad que sea, pero no se trata de Felipe Michelini, sino de cómo organizar mejor los poquitos recursos que tiene el Estado para llevar adelante sus tareas esenciales, entre ellas, garantizar el acceso a la Justicia.