Víctimas del "segundo vuelo" de Orletti estuvieron detenidas en el "300 Carlos"
La veintena de militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) que fueron secuestrados en Argentina y traídos a Uruguay en octubre de 1976 en el llamado «segundo vuelo» de Orletti, estuvieron detenidos en el centro clandestino de torturas «300 Carlos», antes de ser masivamente asesinados.
La información fue confiada a LA REPUBLICA por un suboficial que prestó servicio en esa unidad represiva, entonces instalada en uno de los galpones del Servicio de Material y Armamento (SMA), ubicado en la Avenida de las Instrucciones 1325, junto al Batallón de Infantería Mecanizada Nº 13.
El informante -quien proporcionó una detallada historia y descripción de los lugares donde operó la OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas)- explicó que el grupo era identificado como los del «ómnibus» porque habían llegado al lugar en un transporte de pasajeros.
El «segundo vuelo» fue denunciado por LA REPUBLICA en 2002 y confirmado por la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) en su informe sobre desaparecidos en 2005. El grupo de uruguayos fue secuestrado en Buenos Aires, torturado en Automotores Orletti y trasladado a Uruguay, donde fue desaparecido.
Llevados en una camioneta
Según la fuente, lo único que los subalternos sabían del grupo era que habían sido trasladados desde «El Palomar» de Argentina (base militar del Aeroparque Jorge Newbery) y traídos en el ómnibus del SMA desde la Brigada Aérea Nº I, adjunta al Aeropuerto Internacional de Carrasco.
«La mayoría de los detenidos llegaba siempre en camiones del Ejército y, ocasionalmente, en camionetas o jeeps. La diferencia de esos ‘tupas’ era que los trajeron en el ómnibus que el Servicio de Material y Armamento usaba para el transporte de su personal», explicó el informante.
La fuente militar indicó que el grupo no fue trasladado en forma masiva para su «disposición final», sino que fue llevado en pequeños grupos dentro de una camioneta blanca tipo «combi» (marca «Pingo» o «Pony»), que la OCOA había «decomisado» en el puerto de Montevideo ese año.
El Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) era una unidad represiva creada por el Comando General del Ejército en cada una de las cuatros Divisiones de Ejército del país, a partir de 1971 (antes del Estado de Guerra Interno), e integrada por efectivos militares y policiales.
Del Cerro a Punta Gorda
Con el nombre de «El 300″ se identificó a la base de detención y torturas creada por la OCOA de la División de Ejército I, con el conocimiento del Servicio de Información y Defensa (SID), la cual fue rotando su domicilio con el correr de los años. Su primera sede fue en el Cerro.
En 1974, el «300» se trasladó a una casona ubicada en República de México 5515, Punta Gorda, que había sido «confiscada» a un «subversivo». Allí fueron recluidos los «rehenes» del MLN-Tupamaros y también estuvieron los cinco «fusilados de Soca», asesinados tras la muerte del coronel Ramón Trabal.
El «300 R» o «El Infierno» -como llamaban a la casa de Punta Gorda- permaneció activo hasta 1976, cuando fueron trasladados los 23 pasajeros del «primer vuelo» de Orletti, la mayoría de los cuales fue «blanqueada» en un falso operativo de captura orquestado en un chalé del balneario Shangrilá.
Cuando el «300 R» aún estaba en funciones, se comenzó a utilizar una pequeña casa localizada cerca de la avenida Casavalle, donde hoy se erige el Batallón Nº 15. El lugar, conocido como la «Casa del suboficial Puga», se utilizó por poco tiempo, porque los vecinos escuchaban las torturas, cuenta la fuente.
Del SMA a La Tablada
Entonces, se solicitó al comandante del Servicio de Material y Armamento, coronel Lautaro Mai, la utilización de un galpón vacío (al que iban a trasladar máquinas que se encontraban en 8 de Octubre y Berro), ubicado en «la pera» del SMA. Allí funcionó el «300 Carlos», «La Fábrica» o «El infierno grande».
En el «300 Carlos» del SMA se produjo la desaparición de Eduardo Bleier, Juan Manuel Brieba, Fernando Miranda, Carlos Arévalo, Julio Correa, Otermin Montes de Oca, Julio Escudero y Elena Quinteros. Todos ellos habrían sido enterrados en el Batallón de Infantería Mecanizada Nº 13.
La unidad de represión de la OCOA se trasladó en 1977 a La Casona de la calle Millán 4269 (adquirida con dinero robado a los desaparecidos del «segundo vuelo de Orletti). En el lugar donde hoy se encuentra la cooperativo de viviendas de obreros de Cutcsa, desapareció el maestro Julio Castro.
Finalmente, el «300» se mudó a «La Tablada» de Camino Melilla y Camino de las Tropas, donde operó hasta 1984. En el lugar desaparecieron Luis Arigón, Oscar Baliñas, Oscar Tassino, Amalia Sanjurjo, Ricardo Blanco, Félix Ortiz, Antonio Paitta, y Miguel Matto Fagián.
«300 Carlos»: el Infierno
El «300 Carlos», que funcionó desde principios de 1975 hasta abril de 1977, era un amplio galpón, el primero de los cinco que rodean «la pera» del SMA. Tenía dos puertas de ingreso, junto a la primera había una manguera de bomberos con la que se «bañaba» a los presos, según describe el informante.
En el piso de cemento existían varios agujeros que se habían hecho para instalar las máquinas. A la derecha, por una escalera de madera se ascendía a un entrepiso donde estaban las «oficinas» en las que se realizaban los «interrogatorios».
El pasillo tenía una baranda de la que «colgaban» a los presos.
Debajo estaban los baños y una sala de abastecimiento. Los detenidos eran colocados de «plantón» a ambos lados del galpón: las mujeres junto a las puertas, y los hombres del otro lado. «Tendrían que ver si no quedó alguno enterrado entre el 300 y el alambrado que hoy da al 15″, sugirió el informante.
La fuente señaló detalles del SMA e identificó las dependencias que el personal subalterno utilizaba dentro del Batallón de Infantería 13, donde almorzaban (en gráfico adjunto se observan el «Cuarto Escalón», el «Dpto. 3 de Abastecimiento», la «Fundición» y la «Recarga de munición», entre otros).
Lugares de «enterramiento»
El informante afirma que el lugar de enterramiento de los que «se morían» era entre la cancha de fútbol del Batallón 13 y el arroyo. «Nosotros lo veíamos desde la Guardia de Prevención, dentro de «la pera», a la izquierda del galpón de enfrente, y desde el «300 Carlos» a la derecha de ese galpón», afirmó.
Ante una fotografía aérea, la fuente marcó una triangulación entre los lugares donde se encontró el cuerpo del escribano Fernando Miranda, el radio no identificado y la arboleda que da al barrio Peñarol. Un sitio donde los arqueólogos que buscan los desaparecidos no han concluido su trabajo.
El militar retirado también señaló una serie de nombres de personal subalterno que estuvo relacionado con los enterramientos, el manejo de una excavadora del SMA color verde y la llamada «Operación Zanahoria» del Batallón 13, en la que se exhumaron cuerpos de desaparecidos en 1984.
La fuente aportó datos sobre eventuales lugares de enterramiento dentro del campo de Vidiella, adjunto al Batallón de Paracaidistas Nº 14 de Toledo.
La información, en poder de LA REPUBLICA, fue entregada a las autoridades a cargo de la búsqueda de desaparecidos. *
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