Delgado augura que se le fugarán “pocos votos”, si pasa al balotaje, y mantendrá legado de Lacalle Pou

Álvaro Delgado, candidato presidencial del Partido Nacional en las próximas elecciones del 27 de octubre, discutió su visión política y su propuesta para el Uruguay en caso de ser elegido. Su candidatura está marcada por el deseo de ofrecer “continuidad” al gobierno actual de Luis Lacalle Pou, apuntando no solo a mantener los avances logrados, sino a “apretar el acelerador” en áreas clave como la seguridad, la educación y la pobreza infantil.

En la entrevista publicada este domingo por el diario El País, el candidato derechista empezó explicando que su motivación para ser presidente parte de un proyecto “más amplio” para darle seguimiento a lo llevado a cabo por el gobierno del liberal Lacalle Pou, del que fue secretario de Presidencia en casi todo su término, hasta que renunció para candidatearse.

En varias de las más recientes encuestas, el pase de Delgado al balotaje está en riesgo ante el meteórico ascenso del candidato del Partido Colorado, Andrés Ojeda, quien a su vez se siente muy esperanzado de poder lograr competir contra Yamandú Orsi, del izquierdista Frente Amplio, en la segunda ronda.

La continuidad de Lacalle y la fuga de votos hacia la izquierda

Delgado también se apoya en su relación con Lacalle Pou, a quien considera un “consejero importante”, asegurando que mantendrá su legado y buscará potenciar los aspectos personales y de coordinación de la coalición. No obstante, recalca que su enfoque es reelegir un rumbo, no un liderazgo específico, manteniendo canales de cooperación en el gobierno.

En cuanto a las encuestas que favorecen al Frente Amplio, Delgado muestra confianza en que la fuga de votos hacia la izquierda será mínima, apoyándose en la gestión probada y los logros del gobierno actual para persuadir a los votantes. Además, hace un llamado a la militancia del Partido Nacional, resaltando un ambiente de continuidad que percibe en sus recorridos por el país.

“Creo que es imposible hoy pronosticar una segunda vuelta. Si logramos que la coalición tenga mayoría parlamentaria, y estamos a un pasito de tenerla, se cambia todo el esquema. Se baraja de nuevo y se reparte de vuelta el mazo. Porque si nosotros tenemos mayoría parlamentaria, yo, en nombre de la coalición, voy a decirle a la gente: ‘Ahora que ya eligieron un Parlamento con un rumbo, hay que elegir un presidente que ejecute este rumbo. No tranquemos el país’. Yo estoy convencido de que la fuga (de votos) va a ser muy poca. Entre otras cosas porque los cucos de que íbamos a terminar con los carnavales y los planes sociales, ya no están; y porque ahora tenemos un equipo que está preparado, probado y pronto para seguir gobernando. Y porque hoy la coalición está internalizada.

Sobre los desafíos internos en su partido y las críticas recibidas por su elección de compañera de fórmula, Valeria Ripoll, Delgado reconoce las sorpresas pero defiende su decisión como alineada con una visión inclusiva y paradigmática para el Partido Nacional. Al mismo tiempo, evita comentar sobre estrategias internas de coaliciones rivales, destacando su enfoque en consolidar una coalición fuerte para garantizar un gobierno estable y con mayoría parlamentaria.