Rodeado de conservadores, Andrés Ojeda busca ser la renovación del Partido Colorado
Andrés Ojeda busca ser presidente de la República a sus 40 años de edad: se muestra como una opción joven que mezcla ideas renovadoras con posiciones ultraconservadoras, al hacerse rodear por personajes como Gustavo Zubía y Pedro Bordaberry.
Andrés Ojeda, abogado penalista de 40 años, ha emergido como un fuerte contendiente en la interna del Partido Colorado para las próximas elecciones presidenciales.
Con un estilo distintivo y una visión de renovación del viejo PC, Ojeda decidió postularse a la presidencia entre septiembre y octubre del año pasado, al observar la oferta electoral y la ausencia de Pedro Bordaberry. “Sentí que al partido le faltaba algo y que yo podía aportar eso distinto que no lo aportaba nadie más,” afirma con convicción.
La semana pasada, Ojeda declaró estar “100% de acuerdo” con “romper el celular” si la Fiscalía lo solicitara, en alusión al escándalo del caso de Alejandro Astesiano. Sin embargo, cuando se le preguntó si ha recomendado a sus clientes hacerlo, él negó rotundamente.
“No, romper un teléfono no se lo recomendé nunca a nadie. Gabriela (Fossati) plantea estridentemente una situación de falta de garantías. Si te van a incautar el teléfono es con sorpresa para que funcione la incautación. Hoy, la Fiscalía no te puede dar ninguna garantía de que el resto de tu teléfono no quede en la prensa.” Ojeda expresa su preocupación sobre las garantías en la Fiscalía, subrayando que “la gente está harta de las filtraciones, de que esto parezca un carnaval.”
En cuanto a las críticas de Carolina Ache, quien rechazó la idea de “militar el desacato y la obstrucción de la Justicia”, Ojeda responde con diplomacia. “No respondo a los compañeros. Lo que sí quiero aclarar es que ni borrar un teléfono ni destruirlo es ningún delito.” Sobre la posibilidad de ser ministro en un gobierno presidido por el Partido Nacional, Ojeda comenta: “Trato de no hacer contrafáctico. Todavía no perdí, así que no tengo por qué tomar decisiones como si hubiera perdido.”
Ojeda asegura: “El sistema político está viejo y desgastado”
Ojeda ha manifestado que no es creíble poner “Ojeda presidente” en carteles y spots publicitarios en este momento. Explica: “Dije que hoy no es creíble poner la palabra ‘presidente’.
Que yo diga que esto tiene un proceso con pasos creíbles y humildes no quiere decir que uno esté entregando la bandera.” Sobre cómo se diferenciará del Partido Nacional, Ojeda asegura: “No veo que tengamos un problema de identidad nosotros. Todo el mundo sabe quién es colorado y quién es blanco, como todo el mundo sabe quién es tupamaro y comunista en el Frente Amplio.”
En cuanto a la construcción de cárceles y la rehabilitación de presos, Ojeda sostiene: “Antes de discutir una eventual rehabilitación tenemos que garantizar la dignidad en la reclusión. Hoy, previo a discutir una eventual rehabilitación, tenemos que discutir o garantizar la dignidad en la reclusión.”
En cuanto a un posible acto de cierre de campaña, Ojeda aún no ha decidido si lo hará. Reflexiona: “No lo sé aún. No lo veo como algo escrito en piedra. Nosotros hemos hecho una campaña distinta y cabe cuestionarse si hoy nos aporta algo hacer un cierre con un acto más tradicional.”
Sobre lo distintivo de su campaña, explica: “Hemos hecho toda nuestra apuesta en dar a conocer una persona, un concepto, una idea y un proyecto. Por eso es una apuesta mucho más publicitaria que territorial. El voto de acarreo y choripán se terminó, no funciona más.”
Andrés Ojeda se presenta como un candidato que desafía las convenciones tradicionales del Partido Colorado, con una visión renovada y un enfoque en la modernización de las estrategias políticas.
Aunque se muestra como una propuesta fresca, se hace rodear de figuras ultraconservadoras como Gustavo Zubía, quien ha llegado a mostrar un arma en una entrevista, y que asegura que deberían liberalizarse las armas de fuego para la población en general, o Pedro Bordaberry, hijo del fallecido Juan María Bordaberry, exdictador durante la dictadura cívico-militar entre 1973 y 1976.
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