Disputa entre precandidatos del Partido Colorado por designación de embajador en Venezuela

En una escena política marcada por tensiones y visiones contrastantes, dos precandidatos del Partido Colorado, Robert Silva y Gabriel Gurméndez, protagonizaron un intenso intercambio en la red social X (anteriormente conocida como Twitter) este miércoles. El foco de la discordia: la posible designación de un nuevo embajador uruguayo en Venezuela.

Robert Silva, destacado precandidato colorado y ex presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), lanzó la primera piedra al sugerir que, dada la compleja situación política en Venezuela, Uruguay debería abstenerse de enviar un nuevo embajador tras la salida de Eber Da Rosa.

“La decisión de no designar un embajador uruguayo en Venezuela en las circunstancias actuales sería una forma contundente de condenar el régimen de Nicolás Maduro y defender la democracia en ese país”, expresó Silva, adelantando que llevará esta postura al debate entre los legisladores de su agrupación en caso de que la solicitud de venia se envíe al Parlamento.

La controversia surgió luego de que se conociera la inhabilitación de la principal líder opositora venezolana, María Corina Machado, para competir en las elecciones presidenciales contra Nicolás Maduro, lo que llevó a Da Rosa a ser llamado a consultas y posteriormente a renunciar.

Ante este escenario, el gobierno de Luis Lacalle Pou había manifestado su análisis sobre la representación diplomática en Venezuela, culminando en la designación de Silvana Montes de Oca como nueva embajadora, aunque la solicitud de venia al Parlamento aún no se ha realizado.

La respuesta de Gabriel Gurméndez no se hizo esperar, defendiendo una posición diferente al enfatizar que, a pesar de las dificultades, Uruguay no debería abandonar a los venezolanos en su peor momento ni limitarse en su capacidad de asilar o proteger a los perseguidos.

Gurméndez destacó la importancia de mantener una representación diplomática fuerte en Venezuela como una vía para luchar por la democracia y los derechos humanos desde adentro, evocando la relevancia histórica de las relaciones diplomáticas en momentos críticos para la transición democrática en diferentes contextos internacionales.