la derecha se agrupa

Encuentro Lacalle-Milei: ¿Nueva era de cooperación o solo una reunión protocolar?

Lacalle se siente más cómodo con Milei, el populista de extrema derecha que estará instalado en la Casa Rosada por los próximos cuatro años, gracias al apoyo de Macri, Bullrich, y toda la “casta” de derecha que lo apoyó.

lacalle milei

El Triunfo de Javier Milei en Argentina ha generado un impacto positivo tanto en el gobierno de Luis Lacalle Pou como en los pasillos del Palacio Santos, sede de la Cancillería uruguaya. Este triunfo no solo se evalúa por sus implicancias inmediatas, sino también por lo que podría significar en el último tramo de esta administración en términos de relaciones bilaterales y las aspiraciones de Uruguay a nivel regional e internacional.

Desde el comienzo, según fuentes diplomáticas, la relación entre Lacalle Pou y Milei comenzó de manera auspiciosa. El presidente uruguayo propició una conversación inicial, un gesto típico de su estilo. Lacalle Pou llamó al presidente electo argentino alrededor de las cuatro de la mañana de un lunes, un detalle que Milei compartió en una de sus primeras entrevistas de la mañana.

El embajador de Uruguay en Buenos Aires, Carlos Enciso, desempeñó un papel crucial en la gestación de este diálogo inicial. Desde el mismo día de las elecciones, Enciso se mantuvo en contacto con la futura canciller argentina, Diana Mondino, estableciendo así una base sólida para futuras interacciones.

Enciso, siendo el primer representante uruguayo en felicitar a Mondino por su designación como futura ministra, expresó sus mejores deseos el domingo por la noche, apenas conocidos los resultados. En una publicación en la red social X, le deseó “éxitos” y dio por sentado que ambos países comenzarán a trabajar rápidamente para fortalecer los lazos bilaterales.

Estos gestos no fueron los únicos. El vicecanciller Nicolás Albertoni también se sumó a las muestras de optimismo en las redes sociales al saludar al presidente electo argentino con tres emojis significativos: las banderas de ambos países y las manos entrelazadas en el centro. Este saludo elocuente refleja el optimismo y la esperanza que genera el resultado electoral en Uruguay ante la perspectiva de colaborar estrechamente con la administración de Milei.

Lacalle se siente más cómodo con Milei, el populista de extrema derecha que estará instalado en la Casa Rosada por los próximos cuatro años, gracias al apoyo de Macri, Bullrich, y toda la “casta” de derecha que lo apoyó.

Lacalle muy cómodo con su futuro par ultraderechista

Lacalle Pou no podría estar más lejos de las ideas de izquierda, socialdemocráticas o afines. Su posición es liberal, cuasi libertaria en muchos aspectos. Se entiende mejor con líderes que apuntan hacia la derechización de la administración de los Estados, y es donde Milei viene a darle un espaldarazo.

Eso sí, Lacalle Pou transita uno de los momentos más complejos de su administración, con una serie de casos de corrupción y escándalos severos como el de su amigo personal, el exsenador del Partido Nacional, Gustavo Penadés, que descuenta una prisión preventiva imputado por decenas de delitos de presunto abuso sexual de menores y explotación.

Adicionalmente, se juega la integridad y la imagen de su administración por el caso del pasaporte del narcotraficante Sebastián Marset, al cual su gobierno le entregó un pasaporte con el que habría salido de una cárcel del Dubai para luego darse a la fuga (sin que se sepa su paradero al día de hoy).

Lacalle y Milei comparten, ya de entrada, una idea incendiaria: dinamitar el Mercosur y los esfuerzos del bloque regional para la inserción internacional de los productos y servicios de los Estados miembro. Está por verse si estos dos mandatarios derechistas articulan alguna estrategia conjunta para avanzar en esa dirección.

Otro concepto que los sienta en la misma mesa es la “libertad” que Milei profesa como un mantra, y que Lacalle usó como bandera en su polémica y cuestionada administración de la pandemia del coronavirus, cuando apostó por la idea de la “libertad responsable”.

Lo cierto es que Lacalle Pou encuentra un amigo ideológico en Milei, en medio de una avanzada de la izquierda con presidentes y presidentas de ese lado del espectro en Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Honduras, Nicaragua, México y otras naciones del continente.

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