Los chats sobre Marset que entregó Carolina Ache y que no aparecen: ¿Qué pasó?
El gobierno de Lacalle Pou trata de bajarle el tono a la discusión, e incluso han apuntado hacia el Frente Amplio por "dar manija"; pero lo cierto es que esta es, posiblemente, la crisis política más severa que aqueja a la alicaída administración del mandatario derechista.
La incertidumbre persiste en torno a cómo y por qué estos importantes documentos desaparecieron o si alguna otra irregularidad ha ocurrido en el manejo de esta información. Un hálito de misterio rodea al agujero en el expediente de la Cancillería que está siendo investigado por la Fiscalía, y que ha dejado perplejos a muchos. Las pericias, en este momento, se centran en la desaparición de chats que fueron entregados por Carolina Ache, exfuncionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay.
El 22 de noviembre de 2022, se abrió un expediente en la Cancillería para recopilar la información solicitada por la Justicia en el contexto de un pedido de acceso a la información pública presentado por legisladores del Frente Amplio.
La sentencia emitida el 9 de noviembre ordenaba la entrega de tres conjuntos de documentos relacionados con el pasaporte de Sebastián Marset, las comunicaciones diplomáticas sobre este tema y las conversaciones entre Guillermo Maciel y Carolina Ache en relación con el narcotraficante uruguayo.
Ache dijo que Lafluf destruyó un expediente
Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando Carolina Ache afirmó ante la Fiscalía que Roberto Lafluf, exasesor presidencial, destruyó un acta notarial que contenía los chats en cuestión. Este testimonio llevó a la Fiscalía a abrir una nueva investigación, que será conducida por Alejandro Machado, el mismo fiscal encargado de indagar las presuntas irregularidades en la emisión del pasaporte a Marset.
Durante su declaración, Carolina Ache sostuvo que los chats formaban parte del expediente, pero afirmó no saber cómo llegó el protocolo a manos de Lafluf desde el despacho del ministro Francisco Bustillo. Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, contradiciendo la versión de Ache, declaró en una conferencia de prensa que los chats “no eran parte de un expediente” y que se trataba de una hoja protocolizada por un escribano.
Además, afirmó que el expediente se había presentado en la Justicia el 24 de noviembre “sin esta documentación”. Sin embargo, posteriormente, reconoció que verificaron en el expediente GEX y que, de hecho, los documentos habían sido enviados por Ache a Bustillo en un sobre cerrado.
La discrepancia entre las declaraciones de Ache y Lacalle Pou ha generado una creciente confusión en torno a la integridad y la ubicación de los chats en cuestión. A pesar de la aclaración del presidente, los registros del sistema GEX de la Cancillería confirman que Ache envió una nota y un sobre cerrado a Bustillo, conteniendo los chats.
La Fiscalía continuará investigando este caso en busca de respuestas que puedan arrojar luz sobre este enigma que ha mantenido en vilo a la opinión pública.
¿Qué pasó con los chats de Carolina Ache sobre Sebastián Marset?
Según publica el diario El Observador, dos fuentes (de Presidencia y Cancillería), un funcionario de Cancillería salió hacia el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de 4° Turno, ubicado en la calle San José, en el centro de Montevideo, para entregar los chats. Sin embargo, cuando llegó «ya estaba cerrado».
Un rato antes, “sobre el filo del horario”, la abogada de la Cancillería había entregado a la Justicia la investigación administrativa y las comunicaciones entre los diplomáticos pero no los chats porque en el momento en que imprimieron el material los WhatsApp no habían llegado. En realidad, agrega el citado medio, Adriana, Allende, la abogada de la Cancillería, dejó constancia de que agregaba únicamente las comunicaciones entre diplomáticos y la investigación administrativa.
Ache dijo no saber por qué el documento terminó en Presidencia, lo cual dejó un bache en el expediente. ¿Habría sido este el documento que, presuntamente, fue destruido por Lafluf? Todo esto debe dilucidarse en las investigaciones judiciales. Eso es lo que sostiene Ache.
En el día 25 de noviembre del año pasado, a pedido del presidente de la República, Lafluf citó a Ache y Maciel a un encuentro en la Torre Ejecutiva donde habrían acordado eliminar los chats. El asesor tenía el expediente, algo que Ache expresó que no sabía por qué había ocurrido. «¿Cómo llegó el protocolo desde el despacho del ministro a las manos de él? Desconozco», dijo ante el fiscal Machado.
“En términos oficiales, WhatsApp no permite la recuperación de mensajes borrados ya que, una vez el usuario los elimina, estos desaparecen del móvil que los recibió y del que los envió sin dejar rastro en los servidores de la empresa (WhatsApp no guarda los mensajes)”, escribió el exsubsecretario del Interior, Guillermo Maciel, en un mensaje enviado desde el teléfono de su hija, en lo que podría verse como un intento para descentralizar las comunicaciones respecto al escándalo que se estaba conformando.
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