Lacalle Pou viajó para estar en la cumbre UE-Celac: ¿Qué pasa con el acuerdo Mercosur-UE?
La creciente relevancia de China en la región sudamericana ha puesto en alerta a la Unión Europea, que ha volcado sus ojos de nuevo hacia allí.
El presidente Luis Lacalle Pou lideró una delegación de alto nivel compuesta por el canciller Francisco Bustillo y la ministra de Economía Azucena Arbeleche, que partió rumbo a Bruselas, Bélgica, el pasado domingo. El propósito de este viaje era participar en la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebraría los días 17 y 18 de julio.
Esta reunión cumbre marca el tercer encuentro entre ambas regiones, habiendo tenido lugar los anteriores en Santiago de Chile en 2013 y en Bruselas en 2015. Después de ocho años desde la última cumbre, se espera que este nuevo encuentro fortalezca los lazos políticos y comerciales entre Europa y América Latina y el Caribe.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, no había confirmado su participación y estuvo en duda la realización del encuentro. Lula es una figura clave para revitalizar los vínculos entre ambas regiones en medio de las tensiones y críticas por el largo tiempo que el acuerdo ha estado discutiéndose sin llegar a buen puerto.
Durante una visita a varios países de América Latina en junio, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no había confirmado su asistencia. Sin embargo, unos días antes de la cumbre, Lula aseguró al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien ocupa la presidencia rotativa del bloque europeo en este semestre, que sí estaría presente.
La mayoría de los jefes de Estado de los 33 países que conforman la Celac también confirmaron su participación, excepto los mandatarios de Nicaragua, Venezuela, México y El Salvador. En cuanto a los países europeos, solo los mandatarios de Bulgaria, Finlandia, Grecia y Hungría no confirmaron su presencia.
¿En qué estado está el acuerdo Mercosur – Unión Europea?
La creciente relevancia de China en la región sudamericana ha puesto en alerta a la Unión Europea, que ha volcado sus ojos de nuevo hacia allí. Durante una reciente reunión con periodistas uruguayos, un alto funcionario de la UE expresó que “Europa ya no nos compra el relato”, mientras que China presenta un mensaje “muy elaborado” basado en la no injerencia y en un modelo de integración representado por la Ruta de la Seda, del cual los europeos desconfían.
Para balancear estas fuerzas, la UE ha lanzado la iniciativa Global Gateway, descrita por los diplomáticos europeos como “más política que financiera”, la cual tiene como objetivo movilizar más de 10.000 millones de euros en proyectos de inversión en la región hasta el año 2027.
Por ahora, no hay nuevos horizontes para el acuerdo Mercosur-UE, pero habrá que esperar a ver qué surge de la cumbre en Bruselas.
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