Marcha atrás: tras polémica, Lacalle revirtió su idea de fundir el águila del Graf Spee
El mandatario anunció este viernes que el símbolo del Graf Spee sería intervenida por el artista uruguayo Pablo Atchugarry. Pero esto desató una polémica en la opinión pública.
El Graf Spee, un acorazado alemán que jugó un papel significativo durante la Segunda Guerra Mundial, se ha convertido en un hito histórico. Sin embargo, es su águila en la proa la que ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva.
Durante décadas, este símbolo ha recordado los horrores de la guerra y los intentos del tercer reich de Adolf Hitler de llegar a Latinoamérica para expandir su imperio de monstruosidad. Ahora, Uruguay tiene la oportunidad de transformar este emblema de guerra en uno de paz.
Este viernes, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, dio a conocer una noticia que ha capturado la atención de la ciudadanía y ha resonado en todo el mundo. Anunció que el águila emblemática del famoso buque alemán Graf Spee, ahora propiedad definitiva del Estado uruguayo tras un largo litigio judicial, sería transformada en una paloma por el reconocido artista nacional, Pablo Atchugarry. Este gesto busca enviar un mensaje claro al mundo: Uruguay es una sociedad de paz.
Lacalle revirtió la decisión tras la polémica levantada
Después del polvorín de críticas, que incluso vinieron de personajes dentro de la coalición multicolor, de la talla de Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), Ope Pasquet (Partido Colorado) y Jorge Gandini (Partido Nacional), el Poder Ejecutivo puso la reversa y dejó sin efecto la decisión de fundir este símbolo histórico para hacer una escultura.
Desde Presidencia, una fuente dijo a la prensa que el proyecto había sido concebido para unir y que más bien se encontraron generando el escenario contrario. Esta fuente aseguró que “no se entendió el mensaje”.
“Hoy hablé temprano con Pablo Atchugarry y vamos a desistir lamentablemente de la idea”, dijo Luis Lacalle Pou, y agregó: “Si uno quiere generar paz, lo primero que tiene que hacer ese generar unión, y esto claramente no lo ha generado”.
Por su parte, Atchugarry se mostró ofendido por la decisión y dijo que fue “hiriente”. “Yo voy a seguir con el tema de la paloma, seguramente no va a ir a Uruguay, pero va a encontrar otros cielos, otros horizontes, donde tal vez el sentimiento de paz sea apreciado más”, dijo Atchugarry, que en un comunicado de prensa también explicó que “un símbolo de paz y de unión no puede nacer desde la discordia”, en la misma línea que Lacalle.
El recorrido del águila nazi, ahora camino a ser un “símbolo de paz”
En conferencia de prensa ofrecida por Lacalle y Atchugarry este viernes, el mandatario recordó que el símbolo del navío nazi fue extraído del agua en el año 2006 y fue custodiada por la Armada Nacional por 17 años. Tras un costoso y largo litigio internacional, el Estado uruguayo recibió la propiedad final.
“La señal de nuestro país hacia nuestra gente, hacia el mundo exterior, es que somos una sociedad de paz, somos una sociedad de unión”, afirmó el presidente en la conferencia.
Atchugarry, por su parte, había detallado el proceso de creación de la obra, la cual iba a tener una longitud de 1,70 metros y ha sido llevada a cabo en distintas ubicaciones, comenzando en Uruguay, continuando en Italia y finalizando en nuestro país.
El artista explicó que el proceso había iniciado con un boceto, luego se procedió a la creación de un molde tridimensional utilizando mármol de Carrara, y finalmente se llevaría a cabo el fundido del bronce del águila, siendo esta última etapa responsabilidad de una empresa con sede en Montevideo.
Efectuar el molde llevará unos tres meses y se preveía que en setiembre arribe a Uruguay. Atchugarry indicó que se estima que en noviembre esté finalizada. Según la resolución, este proceso artístico no le costará nada al Estado uruguayo.
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