Con la presencia del gobierno, la iglesia católica celebró beatificación de Jacinto Vera en el Estadio Centenario

El gobierno de Luis Lacalle Pou estrecha más sus lazos con la religión católica al asistir en grupo a la beatificación de Jacinto Vera, quien fuera el primer arzobispo de Montevideo.

Con unas 15.000 personas -de acuerdo a números de la propia iglesia católica- el actual arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, ofició lo que fue la celebración de lo que es, oficialmente, el primer paso para que una persona sea declarada santa por el Vaticano.

De parte del gobierno y la coalición multicolor, estuvieron presentes: presidente de la República, Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón, José Mujica junto a Lucía Topolansky, Pedro Bordaberry, Guido Manini Ríos, Álvaro Delgado, así como legisladores y otros jerarcas.

Lacalle Pou y Manini Río se mostraron distanciados luego de la polémica por la separación del cargo de la exministra de Vivienda, Irene Moreira, quien entregó discrecionalmente una vivienda de interés social a una militante de Cabildo Abierto.

¿Por qué Jacinto Vera se encamina a ser santo católico?

Uno de los hechos más destacados atribuidos al venerable Jacinto Vera, según el sitio web de la Iglesia Católica, es la curación milagrosa de María del Carmen Artagaveytia Usher, una niña de catorce años que sufría de una grave infección después de una operación de apendicitis en 1936. A pesar de que los mejores médicos de la época la atendieron, la situación empeoró rápidamente y la niña estaba al borde de la muerte.

Sin embargo, gracias a la intervención de su tío Rafael Algorta Camusso, quien le llevó una estampa con una reliquia del venerable Jacinto Vera, la niña logró sanar completamente. La reliquia fue aplicada en la herida de la niña y su familia rezó con fe por la intercesión del venerable Jacinto Vera. Esa misma noche, la fiebre desapareció y la niña se recuperó por completo en poco tiempo. La curación fue rápida y científicamente inexplicable.

La historia de la curación de María del Carmen Artagaveytia Usher se presentó poco después del hecho y fue objeto de estudio en 2017. Se realizó un exhaustivo informe médico que fue evaluado por una junta médica en el Vaticano. Los hijos de María del Carmen Artagaveytia Usher declararon ante el tribunal que habían conocido el hecho desde siempre, por el testimonio de su madre. Aportaron diversos elementos y recuerdos, entre ellos, que su madre tenía en su mesita de noche la estampa con la reliquia de Mons. Jacinto Vera que había colocado en su herida.

Este caso de curación milagrosa ha sido considerado por muchos como una prueba de la intercesión divina del venerable Jacinto Vera. La historia ha sido difundida por la Iglesia Católica y ha sido motivo de devoción para muchos creyentes. La curación milagrosa de María del Carmen Artagaveytia Usher ha sido un hecho que ha demostrado la fe y la confianza en la intercesión divina a través de los siglos.