Oficialismo aprovecha el momento y desvía la atención hacia Gustavo Leal

El caso de Alejandro Astesiano ha sido una de las principales polémicas que ha embretado al gobierno desde que el problema se desató en septiembre pasado. La imputación con prisión del exjefe de la custodia del presidente Luis Lacalle Pou ha generado una serie de derivaciones que día a día se conocen, convirtiéndose en uno de los frentes de batalla dialéctica más difíciles que tiene abiertos con el Frente Amplio. La oposición ha exigido al mandatario que se haga cargo de su relación con el exjefe de la seguridad presidencial, ahora en prisión.

La situación dio un giro inesperado cuando Gustavo Leal, jerarca del Ministerio del Interior en el último gobierno del Frente Amplio, se reunió con los padres de Astesiano y les habría ofrecido “ayuda”. Leal fue citado a declarar por la fiscal a cargo de la causa, Gabriela Fossati, quien busca conocer algunos elementos vinculados a ese encuentro mantenido días atrás en una casa del Chuí, la ciudad brasileña que comparte el casco urbano con su vecina uruguaya Chuy.

El gobierno aprovecha el desvío de la atención

En respuesta a estas revelaciones, el gobierno exigió a Leal que diera explicaciones públicas cuanto antes, sin esperar a declarar en la Fiscalía el próximo jueves. La sospecha que se maneja es que se haya tratado de un acercamiento para obtener información que perjudique al presidente de la República. La oposición, por su parte, respaldó a Leal y pidió esperar hasta tener el panorama completo.

La polémica continúa generando suspicacias, pero lo cierto es que se trata de un episodio sin precedentes en los últimos 30 años. Tanto el oficialismo como la oposición están tratando de lidiar con una situación compleja que afecta la imagen del gobierno y genera preocupación en la población, no solo por el impacto a lo interno sino por la afectación a la imagen internacional en cuanto a la corrupción.

Leal dijo a la prensa que no va a dar declaraciones antes de dar las declaraciones respectivas en instancias judiciales, y que no comentará sobre “trascendidos de prensa”.

El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, expresó en rueda de prensa su sorpresa por la supuesta denuncia del excustodio de Lacalle. “¿Qué fue a hacer? ¿Estuvo o no estuvo? ¿Les ofreció dinero? ¿Es verdad o no es verdad? Todos tenemos derecho a saber, porque si se confirma -y yo soy de los que no hago lo que critico cuando lo hacen otros-, es gravísimo”, expresó Delgado. Agregó que, en caso de que la versión de Astesiano sea verdad, pedirá “una aclaración clara y tajante” por parte del Frente Amplio.

“No quiero aventurar porque no quiero hacer lo que hacen otros, pero uno se pone creativo y las suspicacias son enormes”, expresó Delgado, emplazando a Fernando Pereira, presidente del FA.