Chats de Astesiano: Marcelo Abdala, Nicolás Martínez y Jorge Díaz citados por Fossati

El escándalo político estalla en Uruguay después de que La Diaria difundiera chats que implican a altos funcionarios del gobierno y la policía en actividades de rastreo ilegal. La fiscal Gabriela Fossati ha citado a declarar a Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT, y al secretario del presidente Luis Lacalle Pou, Nicolás Martínez, además del exfiscal de Corte y exjuez, Jorge Díaz, quienes aparecen mencionados en las conversaciones.

En las últimas conversaciones reveladas se asoma que el excustodio presidencial, Alejandro Astesiano, habría utilizado el sistema de videovigilancia del Ministerio del Interior para rastrear los movimientos de Abdala en un día en que se accidentó en Punta Carretas. Además, se desprende que Astesiano envió imágenes del accidente y su consecuencia a Martínez y al subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, Jorge Berriel.

Las implicaciones políticas de las fechorías de Astesiano

El golpe de este caso, inevitablemente, ha ensombrecido al gobierno de Luis Lacalle Pou. Mientras toda la derecha política, agrupada en la coalición multicolor, acuerpa al presidente y defenestra a Astesiano, El Frente Amplio ha exigido responsabilidades desde el Poder Ejecutivo que no llegan. Los alcances de este escándalo son graves, ya que implican a altos funcionarios del gobierno y la policía en actividades de rastreo ilegal.

El equipo legal de Abdala presentará una solicitud de acceso a la evidencia sobre el hecho en la fiscalía y el Secretariado Ejecutivo de la central sindical definirá los pasos legales a seguir esta semana.

Por su parte, Martínez y Berriel han negado cualquier implicación en el rastreo ilegal, mientras que el presidente Lacalle Pou ha declarado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva sobre el asunto. Díaz, por su parte, no ha emitido ningún comentario al respecto.

Este escándalo ha generado una gran controversia en la sociedad uruguaya, ya que cuestiona la integridad de los altos funcionarios del gobierno y la policía. Además, plantea preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los ciudadanos en una democracia que se supone respeta las libertades individuales.

Sobre Abdala, Astesiano supuestamente habría dicho que “hay que matarlo a este hijo de puta”, por lo cual ha emprendido acciones legales.

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