¿Qué venía en la maleta del “pescado congelado” que regalaron a Lacalle Pou?

El pasado viernes, el Frente Amplio realizó un pedido de informes para conocer qué contiene la supuesta valija diplomática enviada a Luis Lacalle Pou desde Dubái con intermediación del excustodio presidencial, Alejandro Astesiano (imputado como cabecilla de una red de venta de pasaportes falsos), en la cual habría «una carga de pescado congelado».

El pedido de informes lo hizo el diputado del FA, Gustavo ‘Tato’ Olmos y está dirigido al Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE): la valija diplomática contenía 454 kilos de pescado, según consta en documentos que han circulado en las últimas horas y que fue marcado como “muy muy urgente” por sus remitentes.

“Consultamos a MRREE sobre la valija diplomática con 454 kilos de pescado congelado que el presidente Luis Lacalle Pou confirmó que recibió y que es ‘para comerlo’. ¿Supo Cancillería? ¿Se gestionó habilitación sanitaria? Llegó en febrero y empezó a oler feo en noviembre”, escribió Olmos en su cuenta de Twitter.

“A partir de información de prensa, basada en lo que surge del celular incautado al jefe de Seguridad Presidencial, Alejandro Astesiano ha tomado estado público que a fines de febrero de 2022, este mantuvo contactos con un funcionario del gobierno de Emiratos Árabes”, señaló Olmos en su carta de petición dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, Ope Pasquet.

La historia de la valija

El excustodio de Lacalle Pou y amigo íntimo de la familia Lacalle, Alejandro Astesiano, descuenta en este momento prisión preventiva acusado de varios delitos relacionados con la red de venta de pasaportes falsos a ciudadanos rusos, que operaba desde la Torre Ejecutiva.

El 15 de setiembre pasado, Lacalle Pou y el titular del Consejo Federal Nacional de Emiratos Árabes, Saqr Ghobash, se reunieron en la Torre Ejecutiva, un encuentro que, según se desprende de los chats de WhatsApp extraídos del teléfono de Astesiano (específicamente, del chat #621), habría sido coordinado por él. En dicho encuentro también estuvieron los senadores Germán Coutinho (PC) y Jorge Gandini (PN), y una delegación de funcionarios diplomáticos árabes.

El 26 de agosto Astesiano recibió un mensaje de un funcionario de la embajada de Emiratos Árabes en Buenos Aires, Argentina, con quien ya había conversado unos meses antes tras la visita de Lacalle Pou y una delegación de Presidencia a la Expo Dubái.

“Tengo novedades muy importantes. El mes que viene, la tercera persona más importante del gobierno de Emiratos va a visitar Uruguay”, le escribió el funcionario del gobierno árabe. “Perfecto”, respondió Astesiano.

“El presidente del parlamento que va a encabezar una delegación parlamentaria (…) A él le gustaría tener el honor de tener una reunión con el Sr. Presidente. ¿Nos puede ayudar en hacer llegar esta solicitud?”, prosiguió el funcionario árabe.

“Claro que sí. Lo hablo y le comunico”, respondió Astesiano rápidamente. “Nosotros habíamos cursado una solicitud formal por vía Cancillería, pero no recibimos nada aún. Ya le paso la info oficial”, explicó el diplomático. “Ok, lo hablo. Lunes mismo”, dijo Astesiano, unos minutos después del mediodía del viernes 26. “Súper agradecido”. “A la orden siempre”. Emojis. Allí cerró el intercambio.

Antes de que la reunión se empezara a coordinar, Astesiano y el mismo funcionario habían intercambiado mensajes por WhatsApp, por ejemplo, en febrero de 2022, cuando el emiratí le preguntó por una “carga de pescado congelado” que se despachó en Dubái, para saber si esta había llegado bien a Montevideo.

“Cuando estábamos en Dubai nos pidieron dirección y a nombre de quién. El presidente dio su dirección y puso mi nombre. Pero nunca nos dijeron que debíamos retirarlo en el aeropuerto. Siempre en Dubai dijeron que el paquete llegaba a la casa del sr presidente. La pregunta es si está frío eso? Mandariamos a retirarlo al Aeropuerto” (sic), escribió Astesiano en la tarde del 28 de febrero.

Una valija “muy muy urgente”

Algunas llamadas telefónicas después, Astesiano le reenvía al diplomático de Buenos Aires una comunicación con otro instalado en el Consultado de Emiratos Árabes de São Paulo, Brasil. “El pescado viene de los Emiratos en este momento y llegará a São Paulo esta tarde. Estamos trabajando para poder liberar esta carga lo antes posible para despachar esta carga en el vuelo Gol G37630 mañana”, dice ese mensaje. Unos días después, el 7 de marzo, Astesiano le confirma a su interlocutor árabe que la “carga” llegó a destino.

Un documento revelado por la cuenta de Twitter @Deldichoalhech5 parece ser un papel oficial de la empresa de despachantes de aduanas MTM Despachos Internacionais LTDA, con sede en Jabaquara, São Paulo, en la cual se lee el mismo vuelo: el G37630 de la línea aérea Gol.

Con el código de IATA (International Air Transport Association) 57-1-47670016, el documento de despacho habla de 454 kilos de carga diplomática en un paquete enviado como “muy muy urgente”. Las dimensiones del envío son: 0.622×0.422×0.422. El valor que se le dio fue de US$2.655,00.

Tiene la firma de un funcionario no identificado del Consulado General de los Emiratos Árabes Unidos en São Paulo.

Según la legislación uruguaya vigente suscribe la Convención de Viena en donde se establece que una valija diplomática no puede ser abierta ni retenida en las fronteras o aduanas y no podría contener elementos como pescado congelado. “Los bultos que constituyan la valija diplomática, deberán ir provistos de signos exteriores visibles, indicadores de su carácter, y solo podrán contener documentos diplomáticos de uso oficial”, reza dicha convención.

“El correo diplomático, que debe llevar consigo un documento oficial en el que conste su condición de tal y el número de bultos que constituyan la valija, estará protegido, en el desempeño de sus funciones, por el Estado receptor. Gozará de inviolabilidad personal y no podrá ser objeto de ninguna forma de detención o arresto”, prosigue la Convención de Viena.