La verdadera historia de Tabaré Vázquez y los pasaportes ‘falsos': ¿Es comparable con el caso Astesiano?
Este fin de semana, la prensa reflotó una noticia en la cual se narró un caso supuestamente comparable con el de Astesiano. ¿Qué tanto se parecen? Estos son los hechos no destacados en esa nota de prensa.
Por Carlos Loría, redactor periodístico
Este domingo 9 de octubre, el diario El País decidió colocar en su portada una noticia titulada “Vázquez autorizó pasaportes a alemanes que fraguaron identidad y eran requeridos por abusos a niños”, recordando un caso en el cual dos individuos de nacionalidad alemana habían entrado al país con documentos falsos, pero en la redacción periodística y el titular se subrayaron algunos aspectos en particular por encima de otros.
Esta nota es reflotada justo en medio del mega escándalo de Alejandro Astesiano, quien fuera custodio del presidente Luis Lacalle Pou y su familia por al menos dos décadas, a pesar de que tenía una larguísima lista de indagaciones e investigaciones, así como procesamientos con prisión por diversos delitos.
Astesiano ha sido imputado con prisión por conformar una organización delictiva que operaba en las narices del gobierno: su centro neurálgico y de operaciones (y reuniones con cómplices) era el piso 4 de la Torre Ejecutiva, edificio que Lacalle describió como un lugar en el que entra “cualquiera” y en cuya puerta no se controla nada, al menos hasta ahora.
Este caso se convirtió en una suerte de milhojas de hechos opacos, como el trascendido de que el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, autorizó el ingreso de un hombre y una mujer de nacionalidad rusa que, extrañamente, luego se casaron en un supermercado del Chuy en una ceremonia que ofició el alcalde colorado Eduardo Calabuig.
Las varias diferencias
El caso de los dos pasaportes otorgados durante el gobierno de Tabaré Vázquez, el 13 de abril de 2009, no tiene las mismas características que el caso Astesiano, y la lista de diferencias es amplia.
Para comenzar, no se trató de una organización instaurada en el corazón del gobierno nacional, como sí lo fue lo armado por Astesiano y sus cómplices, sino de un hecho aislado con otros elementos a considerar. Mientras que la organización de Astesiano orquestaba desde adentro las partidas de nacimiento falsas para hacer creer que rusos tenían ascendencia uruguaya, y así otorgarles pasaportes nacionales, el otro caso no se construyó desde el gobierno, ni nada parecido.
La pareja Arno Wollensak (con nombre falso ‘Marc Neumann Peter’s’) y Julie Ravel (con nombre falso ‘Angelina Thaler’) ingresaron al Uruguay con partidas de nacimiento falsas emitidas supuestamente por el Estado de Guyana pero tramitadas en Brasil. Fueron validadas por un escribano y aceptadas por la Dirección General de Registro Civil; con todo este proceso obtuvieron su primera cédula uruguaya en octubre de 2007.
El documento falso decía que Neumann Peter’s había nacido en Guyana el 3 de mayo de 1960, pero en realidad había visto la luz en Oerlinghausen (Alemania), el 3 de mayo de 1955. La supuesta Angelina Thaler Gotthard había nacido en Guyana el 17 de mayo de 1961, pero también era mentira, porque se llamaba Julie Ravel y su fecha y lugar de nacimiento era el 25 de abril de 1954 en Burguffeln (Alemania).
En fuga
Ambos estaban huyendo de la Justicia alemana desde 2007 por ser importantes integrantes de la secta esotérica “Oasis de Luz”, cuyos tentáculos se extendieron además por Francia, Portugal y Bélgica.
La joven Lea Saskia Laasner fue violentada sexualmente por Wollensak desde que tenía 13 años, cuando sus padres la metieron en la secta tras ser convencidos de que venía “el apocalipsis inminente”. Fue esclava sexual del criminal durante más de ocho años hasta que pudo escapar de Belice, en donde la secta se había instalado ya escapando de las primeras persecuciones policiales. También fue víctima suya la reconocida artista, fotógrafa, conferencista y psicóloga Katharina Meredith quien, junto con sus padres y su hermano de 8 años (ella tenía 10 por entonces), fueron todos víctimas de esta agrupación delictiva.
Luego de que las autoridades uruguayas lograran atar todos los cabos y tirar del hilo del historial del hombre, fue apresado y puesto en la Cárcel de Libertad en 2015.
Apareció muerto en las costas del Río de la Plata a la altura de La Floresta, y su autopsia indicó que había fallecido por asfixia.
En octubre de 2016, la Policía detuvo a diez personas supuestamente relacionadas con la misteriosa muerte de este hombre. Entre ellas comparecieron en su momento dos policías.
En ninguno de los 7 artículos (de la ley que habilitó los pasaportes) se establece que el pasaporte se da por orden del presidente de la República de turno, ni dice que alguno de los trámites debe pasar por su despacho o tener su firma.
¿Por qué recibieron pasaportes uruguayos?
Las autoridades del primer gobierno de Vázquez recibieron todos los documentos supuestamente en orden de las otras instancias estatales, y se apoyó en lo establecido en la Ley 16.340, que en su artículo 1° establece que “Toda persona extranjera que haya adquirido la situación de retiro o jubilación en el exterior y que obtenga la residencia permanente en la República a partir de la sanción de la presente ley, tendrá derecho a los beneficios a que refiere el artículo 3 de la presente ley”.
Luego, los requisitos son, por ejemplo, tener un ingreso mínimo equivalente a US$1.500 por concepto de jubilación desde el exterior, haber adquirido un inmueble para vivir en el Uruguay con un valor superior a los US$100.000, que no podrá vender por 10 años, o bien, comprar valores públicos emitidos por el Estado uruguayo por ese mismo monto (de los que tampoco puede desprenderse en diez años).
En el artículo 3 también faculta a la persona solicitante a introducir al país de bienes como un vehículo automotor (que no podrá vender por cuatro años). Para recibir y mantener el pasaporte uruguayo, además de todos estos requisitos económicos y registrales, deben contar con un seguro de vida para todas las personas dependientes.
El artículo 5 prohíbe a las personas beneficiarias de esta ley que trabajen, ya que deben ser solamente jubiladas.
En el artículo 7 establece que “tendrán los mismos derechos los funcionarios retirados, jubilados y pensionistas extranjeros, de organismos internacionales, de Embajadas, de Consulados y de misiones militares y comerciales extranjeras acreditadas en la República, que a la fecha reúnan los requisitos establecidos en la presente ley”.
En ninguno de los 7 artículos se establece que el pasaporte se da por orden del presidente de la República de turno, ni dice que alguno de los trámites debe pasar por su despacho o tener su firma.
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