Denuncian que Antel pagó a los canales privados para ver sus señales solo en celulares: el streaming estará prohibido
El director Ejecutivo del Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia (OBSERVACOM) y ex titular de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones (DINATEL), Gustavo Gómez, expresó que el problema del negocio de ANTEL con las empresas de cable pertenecientes a los canales 4, 10 y 12 para vender el servicio de Internet, no es sólo es muy caro (10,8 millones de dólares en tres años) sino que, además, no parece ser un buen negocio por las condiciones en que ANTEL puede usar esas señales, ya que sólo permite que los clientes de la telefónica las vean en dispositivos móviles o portables, pero nunca en pantallas de TV o en computadoras.
El investigador y consultor uruguayo se refirió a la autorización del gobierno a que a las empresas de cable Nuevo Siglo, TCC, Monte Cable, Praimar y Korfield vendan servicios de Internet.
En tal sentido, explicó que si ANTEL quiere competir con los demás medios, como hacen otras telefónicas, necesita contenidos audiovisuales “premium”, atractivos y demandados por la gente, como las transmisiones de fútbol; y agregó que en Uruguay las señales de TV nacional también son “Premium”.
Gómez dijo que el principal problema del contrato, además de su costo, “no es comprar las señales del 4, 10 y 12. Sino que sólo se permita que los clientes de la telefónica las vean en dispositivos móviles o portables (celulares y tablets), pero nunca en pantallas de TV o en computadoras”.
Aseguró que la prueba de dicho condicionamiento tan importante está en el contrato a estudio del Tribunal de Cuentas, en cuya disposición sobre “dispositivos autorizados” refiere a dispositivos móviles “entendiéndose por tales aquellos dispositivos portátiles que cuentan con conexión a Internet móvil propia, así como aquellos dispositivos portables que se conectan a través de redes de wifi. Quedan expresamente excluidos los televisores, computadoras personales y laptops, así como cualquier dispositivo no autorizado, por ejemplo: Chromcast, Android TV o similares, que permita trasmitir, proyectar o reproducir las señales directamente (esto es, mediante funcionalidades habilitadas por ANTEL en las plataformas audiovisuales) hacia otros apartados. Las señales estarán a disposición de los clientes de ANTEL a través del sistema o red global de información conocida como “Internet” y se podrá acceder a ella desde cualquier dispositivo móvil”.
En tal sentido, Gómez remarcó que el contrato dice expresamente que “se prohíbe su uso en ‘televisores, computadoras personales (PC) y laptops’. Y peor aún que no se pueden ‘castear’. Lo entienden quienes son más duchos en estas cuestiones tecnológicas: ANTEL debe impedir que desde el celular del cliente se pueda trasladar la señal a una TV o una computadora, para verla mejor y más grande (Chromecast o AndroidTV, por ejemplo)”.
Añadió que la población que recibe las señales de los canales 4, 10 y 12 por aire (y gratis) o la que tiene servicio de TV paga en cualquier departamento del país, “preferirá verlas en una pantalla más grande, salvo algún programa puntual que lo agarre fuera de la casa o la oficina”.
Gómez dijo que la clientela potencial de este servicio es reducida: “no tiene que vivir en el área metropolitana (donde reside más del 60% de la población, y no ser abonados a TV cable (que ya tienen esas señales incorporadas en la grilla) en ninguna parte del país”. Aseguró que esta condición es lo que “encarece el producto que se compra, ya que pone en dudas el retorno de la inversión que piensa hacer ANTEL”.
“No hay que dividir los 10,8 millones de dólares entre todos los clientes de ANTEL, sino entre mucha menos gente”, aclaró y agregó que es muy importante que ANTEL tenga contenidos y compita en ese mercado. Pero no parece conveniente comprar las señales del 4, 10 y 12 a ese precio. Ni debería haber aceptado esas limitaciones. VeraTV se debe poder ver en cualquier dispositivo, sin exclusiones”, puntualizó Gómez.
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