Canciller turco Çavusoglu justificó gesto de odio a armenios por sus actitudes desagradables
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, justificó el gesto de “odio” hacia la colectividad armenia en Uruguay, porque sus integrantes tuvieron actitudes “desagradables”.
El sábado 23 de abril, el canciller de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, realizó una visita a Uruguay con la finalidad de suscribir los términos de referencia para iniciar el proceso de negociaciones conducente a un Acuerdo de Libre Comercio entre ambos países, e inaugurar la embajada de Turquía en Montevideo en cuyos alrededores se concentró un grupo de personas pertenecientes a la colectividad armenia. Según algunos videos que trascendieron en las redes, los manifestantes expresaron su malestar por la visita del canciller turco a quien lo calificaron de “asesino” y pedían que se retirara del Uruguay.
Çavusoglu realizó el gesto de los “Lobos Grises”, un grupo paramilitar terrorista de extrema derecha prohibido en muchos países, como mensaje de “odio» hacia la colectividad de Armenia. El hecho generó malestar en todo el espectro político y también en el gobierno uruguayo.
Justificación
En recientes declaraciones al periódico turco Hurriyet, el canciller Çavusoglu dijo que “los manifestantes exhibieron actitudes desagradables, inaceptables y feas” que generaron “la respuesta necesaria” de su parte.
“No tenemos ningún problema con Uruguay. Quieren reactivar las relaciones con nosotros. En este contexto se desarrolló nuestra visita. Estaba previsto depositar una ofrenda floral en un monumento. Las autoridades uruguayas dijeron: ‘Les agradeceríamos que cancelaran la fase de colocación de ofrenda floral en caso de una posible manifestación’. También cancelamos. Durante la inauguración de nuestro edificio, le aseguraron a nuestro embajador que ese grupo no estaría permitido frente a él. Fue un error acercar a ese grupo allí. Los manifestantes exhibieron actitudes desagradables”, relató el canciller turco.
Aseguró que su respuesta fue necesaria, “pero no es un insulto ni a las autoridades uruguayas, ni al pueblo uruguayo ni a los manifestantes”.
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