Día Internacional de los Trabajadores, una conmemoración con más de 130 años de historia
El 1º de mayo, Día Internacional de los Trabajadores es la conmemoración del movimiento obrero mundial. La conmemoración se realiza en casi todos los países del mundo para recordar el Primer Congreso Obrero Socialista realizado en París en 1889, rendir homenaje a los Mártires de Chicago y reivindicar los derechos laborales y sociales.
A mediados de la década de 1870 las grandes movilizaciones por derechos sindicales, en tiempos de semiesclavitud en Estados Unidos, venían siendo reprimidas de la forma más dura posible para evitar que fructificara la unión de los trabajadores.
Chicago, bastión de la huelga, convocó 30.000 obreros en huelga, y algunas empresas despidieron personal.
En 1880, sin embargo, se logró la federación de organizaciones de sindicatos y trade-unions, y para 1884 se estableció el 1º de mayo como jornada de convocatoria a la huelga general en todo Estados Unidos, para establecer las ocho horas de trabajo.
Además de las jornadas obligatorias de hasta 14 horas, donde niñas y mujeres también debían cumplir, las condiciones insalubres y los bajos sueldos, coincidieron para que el reclamo tuviera aceptación inmediata y multiplicara el números de afiliados a los sindicatos.
En 1885, un volante convocaba a “Un día de rebelión, no de descanso. Un día para comenzar a disfrutar ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, y ocho horas para lo que nos dé la gana”.
Para el 1º de mayo de 1886, la paralización cerró por un día unas 12.000 fábricas en todo EEUU.
En Detroit, 12.000 trabajadores marcharon durante ocho horas y en Nueva York, una marcha con antorchas convocó unos 25.000 obreros mientras otros 40.000 adherían a la huelga.
En Kentucky, 6.000 trabajadores, negros y blancos, marcharon por el Parque Nacional violando el edicto que prohibía la entrada de gente de color al parque.
Epicentro de la revuelta
Chicago, bastión de la huelga, convocó 30.000 obreros en huelga, y algunas empresas despidieron personal, ante lo cual el día 2 de mayo hubo un mitin contra los 1.200 despidos y las tropelías policiales.
En las puertas de una empresa donde los obreros protestaban la policía reprimió dejando seis muertos y numerosos heridos. El 3 de mayo la huelga se había convertido en movimiento nacional.
La convocatoria a la playa Haymarket de Chicago, para el 4 de mayo, logró una masiva convocatoria, pero la policía atacó las columnas de trabajadores, lo que junto a la lluvia disolvió la concentración. Cuando quedaban unos 200 manifestantes, la policía los atacó. Una bomba estalló ante las filas policiales, que abrieron fuego indiscriminadamente, matando a varios e hiriendo decenas de personas. Siete policías murieron, a causa del fuego policial.
En varios puntos del país los enfrentamientos aumentaron y ocho anarquistas que editaban el periódico “Arbeiter Zeitung”, de clara incidencia en la revuelta, fueron detenidos.
George Engel, Samuel Fielden, Adolf Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebe y August Spies, miembros de la Asociación Internacional del Pueblo Trabajador, fueron a prisión y marcharon a juicio.
Ante un jurado formado por hombres de negocios y un pariente de un policía muerto, el fiscal Grinnel, sintetizó lo que vendría luego: “La ley está en juicio. La anarquía está en juicio. El gran jurado ha escogido y acusado a estos hombres porque fueron los líderes. No son más culpables que los miles que los siguieron. Señores del jurado, condenen a estos hombres, denles un castigo ejemplar, ahórquenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad”.
Así, todos fueron condenados a muerte, excepto Neebe. Los condenados no tuvieron arrepentimiento ni remordimiento: era la sociedad la que estaba siendo juzgada, no ellos, afirmaron en contundentes declaraciones.
Pese a la repulsa mundial por la condena, el 11 de noviembre de 1887 Spies, Engel, Parsons y Fischer, marcharon a la horca entonando La Marsellesa Anarquista.
El “viernes negro” entraba así en la historia.
Para 1938 la jornada obligatoria de ocho horas se impuso en todo el país, pero aún hoy, cuando en la mayoría del mundo los anarquistas de Chicago, son recordados como símbolo de la clase trabajadora, el 1º de Mayo no se festeja en Estados Unidos.
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