Entrevista a federico fasano mertens

Post-Referendum: ¨Al vencedor de esta consulta, solo le pertenecen los despojos¨

¨Lacalle se la creyó apoyado en las encuestas y no quiso compartir laureles con nadie. Envió a sus aliados a la platea y ocupó toda la escena. Desoyó a la Constitución, no escuchó a su Secretario Alvaro Delgado susurrarle al óido ‘memento mori’ como tenía la obligación de decirle el esclavo que lo acompañaba cuando el general victorioso entraba en Roma, ni tampoco leyó el artículo de su correligionario Ignacio de Posadas diciendo que ¨los dioses cuando querían perder a alguien lo envanecían¨, expresó el escritor y periodista Federico Fasano Mertens.

Federico Fasano Mertens dio "un paso al costado" en el camino a la TV digital
Federico Fasano Mertens.

-¿Por qué Usted comparó al presidente Lacalle Pou con Pirro el Rey de Epiro?

Porqué fue el Comandante de la papeleta celeste del NO que derrotó a los partidarios de la derogación de los 135 artículos de la LUC a un costo tan grande de sus fuerzas que le puede costar la elección del 2024.  Fue lo que le pasó al hijo del Rey Eácides, epirota de la dinastía de los Molosos, el Basileo Pirro que derrotó a los romanos en las batalla de Heraclea perdiendo a más de la mitad de sus soldados, quedando tan debilitado que tiempo después acabó derrotado en la batalla de Argos y su cabeza exhibida en una pica. La gesta del referéndum que nuestro presidente exhibió como un triunfo se parece más a una victoria pírrica que a otra cosa.


-Usted en sus artículos previos a la consulta afirmaba que los partidarios del NO estaban seguros de que ganarían por más de 100 mil votos.

En efecto, así lo proclamaban, pero también lo registraba el promedio de las cuatro encuestadoras, que aclaraban que había demasiado indecisos que podían modificar el pronóstico, pero sin indecisos, la victoria sería de aproximadamente unos 100 mil votos de diferencia. Además hay que tener en cuenta el poder de fuego de cada contendiente. El No disponía de cuatro veces más recursos económicos que el SI y contaba con el apoyo del 90% de los medios de comunicación masivos y la varita mágica del poder gubernamental. Sin olvidarme de sus trucos. Eligieron el color de nuestra bandera y le dejaron al SI un rosado que creyeron erróneamente que nos avergonzaría y cuando comprobaron que la izquierda transformó el vicio en virtud y apareció la simpática Pantera Rosa sumándose contra la LUC, entraron en pánico y tuvieron que pedir ayuda a la casa yanqui de Disney para eliminarla. Sin contar con el apoyo de la aberración jurídica de transformar con alquimia legal unos 28.630 ciudadanos que no quisieron acompañar a la LUC y votaron en blanco, en votos a favor de los 135 artículos impugnados. Y una última diferencia  al respecto: la ausencia de recursos impidió al SI ayudar al traslado de decenas de miles (tradicionalmente vienen a votar casi 40.000) de nuestros compatriotas radicados en el exterior, en su mayoría votantes de izquierda que hubieran cambiado el curso del resultado final. Uruguay sigue siendo el único país en el mundo que no permite a sus ciudadanos que viven en el exterior ejercer su derecho a votar. Hasta ahora todos los proyectos de la izquierda por otorgar ese derecho fueron frustrados por blancos y colorados en un vergonzante insulto a nuestros compatriotas que por múltiples necesidades viven extra muros sin dejar de ser uruguayos.


De todos modos el SI fue derrotado, incluso no fueron necesarios los votos en blanco para mantener los 135 artículos de la LUC.

-Usted solo mira el vaso medio vacío, ahora eleve su vista y observe el vaso medio lleno. En el balotaje del 2019 la izquierda perdió por 37.042 votos y en este referéndum sin contar los votos observados perdió por 22.556 sufragios, una diferencia de solo el 1%, con todo en contra. En 14 Departamentos del interior aumentó su porcentaje comparativo con el balotaje, y solo en 4 Departamentos del interior disminuyó su porcentaje. La sorpresa de Paysandú y Río Negro donde ganó claramente permite avizorar la recuperación para el Frente Amplio de todo el litoral del país, mientras que la buena votación de Treinta y Tres fue una bocanada de aire puro para una izquierda donde siempre le fue difícil mejorar el comportamiento electoral en la frontera con Brasil. Mientras que los partidarios del gobierno con todo a su favor ni siquiera pudieron alcanzar el 50% de los votos emitidos, ni  sumando a su favor  todos los votos en blanco. Perdieron incluso a 101.756 ciudadanos que en noviembre de 2019 los habían votado y que esta vez desertaron de sus filas. No tengo la menor duda en afirmar que al vencedor de esta disputa solo le pertenecen los despojos. Victoria pírrica como dije antes.


-Pero usted dudaba de que la izquierda pudiera tener una buena votación en el referéndum, con todos los indicadores en contra.

Es cierto y me equivoqué. Tuve muchas dudas cuando el Frente Amplio, el PIT CNT y las organizaciones sociales se decidieron golpear a la puerta de  la democracia directa para deshacer con el viento del pueblo esa nube tóxica que envolvió a 135 artículos de una ley que imponía la rapacidad social sobre las necesidades de la gente. Se arriesgaban a despertar la reflexión de la sociedad civil a cambio de la posibilidad de fracasar en la recolección de las firmas e incluso en la votación referendaria si ésta tenía lugar. Y nuevamente como en la remontada del balotaje donde se recuperaron a más de 150 mil desencantados, esta vez la revolución de las lapiceras y el millón sesenta y dos mil boletas del SI, pintaron de rosa la mitad del país, en el primer campanazo de alerta a un gobierno que no escucha las voces de la mitad de su pueblo.
Valió la pena el referéndum, valió la pena producir la chispa que dejó la contradicción principal de la etapa: por un lado los que viven de su trabajo, los activos, los pasivos que lo hicieron la mayor parte de su vida, los pequeños y medianos empresarios que viven honestamente de su esfuerzo y del otro los que viven del trabajo ajeno, apoyados por una legión de gente ingenua anestesiada por el discurso oficial difundido día a día por los medios masivos hegemónicos que les venden el barbitúrico de los malla oro que aspiran imitar, sin  darse cuenta de la astuta fórmula enajenante que los distrae antes de penetrarlos. Es lo mismo que ocurría en el pasado cuando el proletariado no percibía que su explotación era lo que hacía posible la existencia de una plus valía que lo alienaba al par que le pertenecía.

-Qué opina del rol que le cupo jugar a nuestro presidente en esta emergencia.

-Se la creyó apoyado en las encuestas y no quiso compartir laureles con nadie. Envió  a sus aliados a la platea y ocupó toda la escena. Desoyó a la Constitución, no escuchó a su Secretario Alvaro Delgado susurrarle al óido ‘memento mori’ como tenía la obligación de decirle el esclavo que lo acompañaba cuando el general victorioso entraba en Roma, ni tampoco leyó el artículo de su correligionario Ignacio de Posadas diciendo que ¨los dioses cuando querían perder a alguien lo envanecían¨. Tampoco escuchó el consejo del presidente del Frente Amplio, el hiperactivo Fernando Pereira quien le advirtió que no cayera en la hubris griega y tomara en cuenta que la mitad del país no estaba de acuerdo con los cromosomas dañinos de la LUC y que en consecuencia convocara al diálogo social. Porque el máximo poder sin concordia social no sirve a nadie y la máxima arenga y mínimo diálogo con la sociedad, tampoco.
Taponó sus oídos y dejó sin estrechar la mano tendida. Se notó en esa conferencia de prensa con preguntadores seleccionados y sin preguntas en la herida. Su  rostro adusto celebrando la victoria pírrica lo dijo todo.


-Por último, después de esta votación como ve las próximas elecciones de octubre del 2024.

Creo que este referéndum le puso las herraduras a los cascos del corcel del Frente Amplio que estaba mal alimentado y sin ganas de correr. La derrota de octubre del 2019 donde no se alcanzó el 40% de los sufragios, donde los desencantados nos hicieron perder muchas bancas parlamentarias, había dejado grogui a la principal fuerza política del Uruguay. La remontada del balotaje lo despertó. Pero no fue suficiente. El gran pulmotor que lo irguió de nuevo fue este referéndum. Primero con la obtención de las 800 mil firmas en tiempo récord y en medio de una pavorosa pandemia. Y después las urnas colmadas de rosado con más de un millón de votos empatando a su adversario histórico con todas las posibilidades en contra.
Le debemos a la LUC la reconstrucción de la moral perdida, la prueba de una musculatura aun poderosa para competir en igualdad de condiciones y la consolidación de una voluntad honda y segura para emprender la ruta que lleve a recuperar el manantial de los sueños perdidos. Ahora solo resta subir a los corceles para sentir el trepidar de los cascos de la historia, esta vez con las herraduras puestas.
Por eso no me canso de decir que después de este referéndum, nunca antes una derrota fue tan dulce y una victoria tan amarga.         

Fasano sobre la LUC: “Seamos otra vez, obstetras de la historia”

Entre gallos y medianoches, amparados por la presencia de una mayoría que olvidó al propio…

Te puede interesar

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje