Uruguay manifiesta en ONU su “condena enérgica” a la “invasión rusa del territorio ucraniano”

Este lunes 28 de febrero, se celebró la sesión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) para analizar y tomar decisiones sobre la situación en Ucrania, tras la intervención militar de la Federación Rusa.

Por Uruguay participó el representante permanente en Nueva York, Carlos Amorín. En su discurso ratificó la “enérgica condena” de Uruguay “a la invasión rusa del territorio de Ucrania”.

“La violación de los principios básicos sobre los cuales se ha construido esta organización internacional, consagrados en el artículo 2 de la Carta de San Francisco, es algo que sus miembros no pueden dejar pasar sin reaccionar”, expreso el diplomático.

Añadió que los integrantes de ONU tienen la responsabilidad de “velar por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y los objetivos consagrados en su carta”.

Amorín dijo que “es completamente inaceptable que la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Ucrania sean avasalladas”.

Añadió que Ucrania forma parte de las Naciones Unidas y los principios y propósitos de su Carta son aplicables a todos sus miembros.

Consideró que el reconocimiento de las entidades separatistas de Donesk y Lugansk por parte de la Federación Rusa, “así como el desplazamiento de fuerzas militares hacia esas regiones, desconociendo las fronteras internacionalmente reconocidas y la comisión de actos de agresión bélica contra el territorio ucraniano son una violación grave e injustificable del derecho internacional que los miembros de las Naciones Unidas tienen la obligación de denunciar y condenar”.

Solución pacífica de controversias

El representante uruguayo ante Naciones Unidas manifestó que el rechazo del uso o de la amenaza de la fuerza y la solución pacífica de las controversias “constituyen principios rectores de la política exterior del Uruguay”.

En conformidad con ellos, Uruguay ha exhortado a las partes involucradas a “continuar con los esfuerzos para resolver sus diferencias exclusivamente por medios pacíficos a través de negociaciones diplomáticas”.

Reiteró que toda solución que se alcance debe “respetar la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania”. La integridad territorial de los estados “es un principio contenido en la carta de las Naciones Unidas, una norma imperativa de derecho internacional general que todos los países deben respetar”.

Amorín agregó que este principio es una” pieza central en la convivencia pacífica y la cooperación entre los miembros de la comunidad internacional”.

Expresó que “su flagrante violación en el caso de la invasión rusa de Ucrania retrotrae al sistema internacional a épocas en las que las fronteras eran regularmente desconocidas y, por ende, causas de interminables guerras y pérdida de vidas humanas”.

Dijo que “todos los países tienen derecho a vivir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas”. Además, recordó que “la ocupación o adquisición de territorios por la fuerza no generan ningún derecho y son contrarias a la legalidad internacional”.

Subrayó el apego del Uruguay por la paz y la legalidad internacional. “Para nosotros, la vigencia y el respeto del derecho internacional es un factor que nos identifica como nación y que justifica nuestra pertenencia al sistema multilateral”.

“Nos duele saber que persisten en la comunidad internacional actitudes de desapego por los valores comunes, violaciones graves de los principios que nos hemos dado todos para convivir armónicamente en este planeta y, sobre todo, la utilización de la fuerza para dirimir los conflictos de intereses entre estados”, dijo.

El diplomático señaló que “Uruguay nunca aceptará ni justificará la guerra como instrumento de política internacional”, por lo que exhorta a la Federación Rusa a “retirar todos sus efectivos militares del territorio ucraniano”, y renovó su llamamiento a todas las partes en conflicto para que vuelvan a la mesa de negociaciones.

Manifestó que la resolución 2200 (2015) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas “abrió un camino hacia la paz que aún no se ha transitado”. Los Acuerdos de Minsk son la base de una solución pacífica y duradera del conflicto.