Sindicatos de la Construcción y de ANCAP rechazan manipulación de los hechos por el gobierno
El Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) y la Federación ANCAP (FANCAP) manifestaron su enfático rechazo a la “tergiversación y manipulación” de los hechos realizada por algunos actores del gobierno y el presidente de ANCAP, Alejandro Stipanicic, sobre la suspensión de la planta de Minas, “con el fin de justificar sus objetivos privatizadores”.
El marte 15 de febrero, ANCAP informó que “a raíz de una decisión gremial que pone en riesgo la integridad de la planta Minas”, el Directorio del ente se vio obligado a “suspender la producción hasta que se restablezcan las condiciones seguras de operación”.
En un comunicado, el ente energético expresó que “es prioridad del Directorio de ANCAP preservar la infraestructura y evitar daños en las instalaciones de la planta industrial”.
Por su parte, los trabajadores de ANCAP aseguran que vienen “resistiendo la privatización de la industria cementera estatal”.
Indican que la decisión del gobierno y la mayoría del Directorio de ANCAP desconoce la decisión del pueblo uruguayo de mantener al ANCAP estatal y pública expresada en los referéndums de 1992 y 2003.
En el comunicado de FANCAP y el SUNCA se expresa que la decisión de parar el horno de Minas, al igual que el 7 de diciembre parar la refinería de La Teja, “fue de ANCAP, no de los trabajadores”.
Indican, asimismo, que “independientemente de la parada del horno, no es verdad que se detuvieron todas las actividades de la planta, ya que la producción y expedición de cemento continúan funcionando con normalidad”.
Derechos conquistados
“La decisión de trabajar ocho horas no es una medida, es un derecho conquistado por la clase trabajadora y consagrado en la normativa nacional hace más de 100 años”, manifiesta el sindicato.
A pesar de no tener convenio colectivo “el gremio brindó guardias gremiales en todo momento para garantizar la seguridad de la planta y la integridad física de los equipos y las personas”.
FANCAP recuerda que realizó una propuesta para “evitar la parada del horno, la cual contó con la aprobación de la jefatura de Minas y la gerencia de portland y nuevamente (como el 6 de diciembre) el que dijo no fue el presidente de ANCAP”.
“Es gravísimo la fundamentación de ANCAP de que para mantener las condiciones mínimas de seguridad en la planta los trabajadores tienen que dejar su vida trabajando (10, 12 y 14 horas sin descansar casi ningún día en el año)”, cuestiona el gremio.
Consideran que la decisión sindical de no hacer horas extras difícilmente ponga en riesgo el cumplimiento de obligaciones comerciales cuando los depósitos están repletos.
FANCAP denuncia “una práctica sistemática de ataque y desprestigio por parte de la mayoría del Directorio de ANCAP y de algunos representantes del gobierno, a los trabajadores, dirigentes sindicales y sindicatos en general, para desacreditar a quienes elevan su voz, luchan y se enfrentan a su objetivo de desmantelamiento del ente”.
“Defender el trabajo y nuestra soberanía, no es una exageración, el gobierno debería manifestarse públicamente y comprometerse a mantener los más de 300 puestos de trabajo tercerizado que se perderán si se sigue con la intención de asociarse con privados”, advierte el gremio del ente.
Además, agrega que exageración es “no tener en cuenta, cómo se afecta el desarrollo del mercado interno de los departamentos, si se pierde esta cantidad de puestos de trabajo”.
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