SENADOR DISIDENTE

Botana: La reestructura de Casa de Galicia le hubiera costado diez veces menos al Estado

El senador nacionalista Sergio Botana rechazó la solución que propuso el gobierno para regularizar la situación de trabajadores y socios de Casa de Galicia, y dijo que la reestructura de la institución le hubiese costado al Estado diez veces menos. A la vez preguntó: “¿Cuál es el apuro por cerrar Casa de Galicia? ¿Por qué antes de que el difunto esté muerto nos repartimos sus pilchas?”

Intendente de Cerro Largo, Sergio Botana.
Senador Sergio Botana (PN).

Botana fue el único legislador oficialista que realizó una defensa cerrada de la reestructura de Casa de Galicia, y rechazó de plano la propuesta del Gobierno para redistribuir socios y trabajadores entre otras cuatro mutualistas, lo que también contó con el voto de los parlamentarios frenteamplistas. Si bien el nacionalista Juan Straneo también votó en contra, de todos modos no hizo uso de la palabra.

Durante el debate, el ex intendente de Cerro Largo se preguntó: “Por qué razón, antes de que el difunto esté muerto nos vamos a repartir sus pilchas”.

Remarcó que el pasado 1º de febrero, el Tribunal de Apelaciones habilitó la defensa de Casa de Galicia, lo que el juez había negado el 23 de diciembre, y cuestionó que el Parlamento, haciendo odios sordos a esa decisión, habilitó un “vaciamiento del padrón social de la institución, es decir de sus ingresos por las cápitas de salud y que inviabilizará cualquier solución posterior”. El legislador blanco advirtió que desde el punto de vista jurídico ello es un riesgo que el Poder Legislativo no debería asumir.

“Implica un riesgo de reparaciones de cuantía no menor, además de conflictos en distintas áreas y perjuicios para socios, trabajadores, médicos e, incluso, para el patrimonio que representa esta institución”, dijo.

Por otro lado, el parlamentario blanco expresó que el mismo juez que no permitió la defensa de Casa de Galicia el 23 de diciembre, fijó la asamblea de acreedores para el día 17 de mayo. En tal sentido, preguntó: “¿No se verán afectados estos acreedores, proveedores de la institución, si le quitamos desde ya los ingresos por prestación de servicios que son su fuente de recursos?

La solución no será barata

Botana advirtió también que “al Estado uruguayo no le será barata esta solución, porque costará entre 40 y 50 millones de dólares. Diez veces más de lo que costaría hacer una reestructura de Casa de Galicia en cuanto empresa médica”.

Asimismo preguntó: “¿Quién se queda con los socios?, porque no tienen libertad, se les da algunos caminos y recién tendrán libertad de elegir plenamente dentro de dos años”.

“¿En qué condiciones quedan los socios, los mismos que no pagan tickets asistenciales en muchas situaciones y reciben el medicamento que el médico le recomienda? Además, no será fácil que una persona siga atendiéndose con el mismo médico”, planteó.

Por otro lado planteó: ¿Qué ocurrirá con los Institutos de Medicina Altamente Especializados (IMAE) de la institución? ¿Quién será el beneficiario, y a dónde irán a parar?

“¿Qué pasa con la clínica oncológica y radiológica del José Leborgne que está dentro de la institución y es una de las más importantes en Uruguay, para el tratamiento del cáncer?”, interrogó Botana.

En cuanto a la situación de los trabajadores (aproximadamente 2.000) dijo que le gustaría saber el perjuicio que recibirán si será mayor en esta situación o en la de la reestructura, y planteó si no se podía pensar en una mezcla de las dos soluciones.

“¿Cuál es el apuro?, no es el tema de los salarios porque están garantizados en la medida que haya socios que garantizan el fideicomiso. Entonces, el problema no es el salario, sino un certificado de Banco de Previsión Social”, señaló.

Alternativas

Planteó que algunas de las soluciones podrían haber sido: “la prórroga de la validez de los certificados del BPS, que la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) le pagara a Casa de Galicia lo que le debe y con ello la institución podría pagar al BPS y obtener su certificado, el adelanto del FONASA y la reestructura”.

Manifestó que el patrimonio neto negativo de Casa de Galicia en 2018 era de “7.6 millones de dólares y en 2020 era de 4.4 millones”.

Botana detalló algunas de las inversiones que realizó Casa de Galicia: La propiedad de Centenario y 8 de Octubre, la creación del Centro Odontológico en el sanatorio, una nueva área para proveeduría y logística, el pago del atraso de cinco años de salario vacacional a médicos un acumulado de 2 millones de dólares, el estacionamiento en la calle 3 de Febrero, la ampliación de la Emergencia, la Historia Clínica Electrónica, el nuevo Banco de Sangre y el nuevo Centro de Endoscopía Digestiva, entre otras.

El legislador blanco dijo que reconocía los “acuerdos políticos” logrados, pero recordó que siendo diputado se arrepintió de seguir la disciplina partidaria y votó algo que generó perjuicios. “Conmigo, para este tipo de cosas no se puede contar. Estoy convencido de que el Uruguay debe hacer el máximo esfuerzo por preservar esta institución”.

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