Lacalle Pou pasará navidad con militares en el Congo en medio de cuestionamientos a las misiones de paz

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunció que pasará la navidad con el contingente de militares uruguayos desplegados en el Congo en una misión de paz en este complejo país del centro de África.

La noticia se dio a conocer por medio de la prensa el miércoles y desató un revuelo entre quienes celebran y alaban el viaje y entre quienes lo critican como populismo. Lacalle se hará acompañar por el ministro de Defensa, Javier García.

En el Congo hay 203 uniformados el Ejército y la Fuerza Aérea, adscritos a las misiones de paz de las Naciones Unidas. Tanto el mandatario como el ministro y demás integrantes de la comitiva ya están siendo vacunados contra una serie de enfermedades actualmente activas en la zona.

Desde el Frente Amplio vinieron críticas ni bien se supo la noticia. “El presidente irá al Congo a pasar navidad. Parece que sigue gobernando con ‘señales’. Le recortó el salario a los militares y Defensa hizo el menor gasto en alimentación en 5 años. Ah, y a no olvidarse de las miles familias uruguayas que no tendrán nada para poner en su mesa”, tuiteó el diputado Gerardo Núñez.

Cuestionadas misiones

Las Fuerzas Armadas uruguayas se encuentran en medio de una serie de cuestionamientos por supuestos abusos sexuales en Haití, cometidos por militares de nacionalidad uruguaya que habrían devenido en jóvenes embarazadas que fueron violadas y que quedaron en situación de abandono con hijos o hijas.

En 2019, el diario estadounidense Washington Post había publicado una extensa investigación en la cual saltó que incluso adolescentes habrían sido abusadas a cambio de pequeñas cantidades de dinero o comida, y que muchas de ellas terminaron encinta. Si bien la Justicia haitiana condenó a decenas de efectivos uruguayos a pagar la manutención, los tests de ADN no son obligatorios y, a nivel institucional, el mismísimo Ministerio de Defensa Nacional no aceptó los dictámenes judiciales.

En entrevistas realizadas, 265 personas contaron horribles historias de niños engendrados por personal de la ONU, dejando en evidencia una tendencia de coerción y abuso de poder que dejó a niñas de tan solo 11 años a cargo de bebés que tienen que criar en condiciones de extrema pobreza.

De vuelta en África, una investigación ordenada en 2019 por la misma ONU encontró al menos 83 presuntas violaciones cometidas por efectivos de las fuerzas de paz, muchos de ellos congoleños, pero también de otras nacionalidades. Este es solo un aproximado, ya que las supervivientes suelen ser reticentes a presentarse por vergüenza o por miedo.

Muchas mujeres fueron obligadas a tener relaciones sexuales sin condón, varias tuvieron hijos y otras fueron obligadas a abortar. Los impactos psicosociales y la estigmatización de las mujeres afectadas arruinaron familias para siempre, denunciaron varias organizaciones de derechos humanos.

La OMS ha tratado de evitar que esto siga pasando, endureciendo los controles tras los hallazgos y las críticas, pero sigue siendo cuestionada por desplegar efectivos y personal no calificado y por gastar recursos en minimizar las denuncias o crear obstáculos burocráticos para que las víctimas puedan denunciar.