entrevista a gonzalo civila

Civila: “La autocrítica debe ser una práctica permanente, no solamente cuando se pierde una elección”

Entrevista de LARED21 a Gonzalo Civila (36 años) docente, diputado, secretario general del Partido Socialista y candidato a presidente del FA.

 

Para el candidato a la presidencia del Frente Amplio, la fuerza política debe plantearse ¿Qué tipo de sociedad construimos y queremos construir? “Esta sociedad está basada esencialmente en el lucro y en la competencia, eso genera hábitos, formas de mirar la vida y la política. Nosotros como fuerza de izquierda ¿nos conformamos con eso? ¿Estamos para administrar eso o estamos para transformar esa forma de entender las relaciones sociales? Es un punto clave”, subrayó Civila.

¿Cómo surge tu pre candidatura?

Veníamos conversando con varios grupos políticos con los que compartimos alianzas a nivel nacional como departamental en el último periodo, y con los que además venimos manteniendo una visión muy parecida sobre la realidad del FA. Viendo cómo nos posicionamos de cara a este proceso interno que tiene el FA que es su Congreso de autocrítica y perspectiva que acaba de terminar y es la etapa que se abre ahora, con la renovación de su conducción y con las tareas políticas que tendremos que afrontar. En el marco de esa conversación algunos referentes de grupos políticos, también compañeros de base e independientes, plantearon esta posibilidad. Luego que estos planteos tomaron dimensión suficiente para considerar una propuesta, lo conversamos a nivel de la orgánica del Partido Socialista y se valoró por parte de la dirección del Partido, que había que transmitirles a esos referentes, que avanzarán en diálogos con otros grupos y en su propia interna, para tomar una decisión respecto de si esta era o no una buena opción para expresar lo que queríamos expresar en este proceso. Así fue, los grupos dieron sus debates y fueron tomando decisiones, la mayoría nos habían planteado el tema, coincidentes con la idea de que esta candidatura podía expresar lo que queremos para el Frente, otros compañeros tomaron otros rumbos porque entendieron que la idea de la conformación de un espacio político y a partir de allí la presentación de una candidatura no era la opción en este momento. Después que estas decisiones fueron decantando, el Partido Socialista también dio su debate y tomó una decisión final sobre el tema y presentamos finalmente hace unas semanas en la Plaza Líber Seregni, un espacio político dentro del Frente que son en total 7 sectores, Corriente de Izquierda, La Lista 5005, Congreso Frenteamplista (6009), Casa Grande, PVP, La Amplia y el Partido Socialista, y en el marco de la presentación de ese espacio, una pre candidatura que ahora es candidatura dentro del FA porque pasó por el Plenario y luego por el Congreso y que quiere ser un aporte en este proceso de debate, para lo que nosotros entendemos que debería ser una futura conducción del FA.

¿Importa ganar el gobierno en 2024? Sí, pero también importa mucho que discutamos el para qué ganar el gobierno y el cómo. No se trata de ganar de cualquier manera ni de ganar para cualquier cosa, sino que se trata de ganar el gobierno para transformar el país y se trata de hacerlo en colectivo, desde el pueblo, esto es uno de los principales aprendizajes del proceso de autocrítica.

¿Es un desafío que quién gane en la elección del 5 de diciembre tenga como meta recuperar el gobierno en 2024?

En el FA estamos todos y todas de acuerdo que tenemos que trabajar para volver a ser gobierno porque las consecuencias de no serlo son lo que estamos viviendo hoy, una crisis económica y social derivada de políticas que se están aplicando en el país por parte del gobierno actual. Es una meta por un interés superior, no por un interés corporativo de la fuerza política, una mirada que es decir ¿importa ganar el gobierno en 2024? Sí, pero también importa mucho que discutamos el para qué ganar el gobierno y el cómo. No se trata de ganar de cualquier manera ni de ganar para cualquier cosa, sino que se trata de ganar el gobierno para transformar el país y se trata de hacerlo en colectivo, desde el pueblo, esto es uno de los principales aprendizajes del proceso de autocrítica. Los gobiernos del FA hicieron cambios muy importantes en la vida del Uruguay, pero si esos cambios no se sostienen en organización y conciencia de la gente, en definitiva son de “patas cortas” y terminan revirtiéndose, y estamos asistiendo a un proceso de reversión de muchos de esos cambios. Esta es una etapa de aprender de los errores en particular, también de los aciertos y a partir de eso poner a la fuerza política a ser un actor de transformación social ¿Eso implica ganar el gobierno? Sí ¿Implica solo ganar el gobierno? No, implica más cosas que ganar el gobierno, implica una acción política permanente y además implica mucha claridad del ¿para qué? de cada una de las cosas que hacemos.

En el documento que elaboraron en un determinado momento dicen “el alejamiento entre la fuerza política, los gobiernos del FA, la sociedad y los movimientos sociales es una de las claves que explican el proceso de desacumulación que culminó en la derrota electoral de 2019”. Te menciono 3 elementos: la situación económica, la situación de la seguridad pública y los casos de corrupción, hubo reveses judiciales para el FA, puedo nombrar a Raúl Sendic, pero no es el único caso. Su visión de  la corrupción, la seguridad y la economía

La autocrítica tiene que ser una práctica permanente, no solamente ejercitarla cuando se pierde una elección, autocrítica que te permite corregir sobre la marcha y transformar prácticas.

Los temas que mencionas son muy importantes, estuvieron sobre la mesa en la autocrítica que el FA ha hecho. La autocrítica tiene que ser una práctica permanente, no solamente ejercitarla cuando se pierde una elección, autocrítica que te permite corregir sobre la marcha y transformar prácticas.  Esos tres aspectos son centrales, el tema de la ética para decirlo de una forma más general, porque no se trata  solo de situaciones vinculadas a la corrupción, sino de la ética de los gobernantes, y la ética de los y las militantes en particular, cuando asumen responsabilidades públicas, es un tema central para una fuerza de izquierda. Esa ética implica un tipo de relación con lo público en la cual el centro y el único objetivo es el conjunto de los ciudadanos, son las mayorías nacionales. Implica una forma de entender el gobierno que tiene como principal objetivo y destinatario a la base social del proyecto y a la ciudadanía y no a los gobernantes o a la fuerza política.  Esto pasa por la relación con los recursos y las decisiones que se toman en el gobierno. El tema de la política económica es medular. Llegamos a 2019 con una situación  compleja respecto al empleo, ahora tenemos una situación mucho más grave y una política económica con una orientación regresiva, pero en aquel entonces teníamos problemas que tenía que ver con un contexto de crisis que empezaba a apretar y con una dificultad para dar respuesta a alguno de esos problemas por parte del gobierno del FA. El tema de la seguridad que es un tema que nos acompañó durante todos los periodos de gobierno, con debates mal resueltos a la interna de la fuerza política. Hace unos días reivindicaba la importancia de construir un paradigma alternativo al punitivismo. En el país no paramos de aumentar penas, esa ha sido la línea orientadora en materia de seguridad, más allá de intentos que se tomaron en el primer gobierno del FA, cuando en el Ministerio del Interior estaba nuestro compañero José Díaz, al no elaborar un paradigma de seguridad y de convivencia alternativo al punitivismo, hemos estado “surfeando” las consecuencias. En definitiva, tenemos un sistema carcelario que es cada vez más tenso y exigido con violaciones a los derechos humanos dentro de las cárceles. Lo estamos viendo ahora y una situación de inseguridad que no se resuelve, los que prometieron que lo iban a resolver votando más medidas de inflación penal y con supuesta mano dura a partir de este gobierno tampoco lo lograron. El país tiene que discutir estas cuestiones de fondo ¿Qué política económica, qué matriz productiva, qué modelo de convivencia, qué forma de regulación y de relación de los gobernantes con lo público? Vos me mencionabas el tema de la ética y la corrupción. Estamos viendo todos los días episodios que nos retrotraen a la década del ´90 y muchas situaciones que le costaron muy caro al gobierno del Partido Nacional. Tenemos que denunciar todo esto y reflexionar como generamos condiciones para que no nos pasen algunas cosas que nos pasaron, que  disminuyeron y afectaron la confianza de la gente.

El politólogo Oscar Bottinelli me dijo hace un tiempo que el  FA perdió la alianza con las capas medias, lo hacía mirando el mapa electoral ¿Qué pasa con el productor rural, los pequeños empresarios? En 2019 lo votó menos gente que en la elección de 1999 que lo votó un 40% de la ciudadanía, luego en segunda vuelta Jorge Batlle gana la elección. Es decir, el FA desde 2004 viene perdiendo caudal electoral y pierde votantes de los sectores medios de la sociedad.

Ivonne Passada: “en el FA no podemos seguir tomando decisiones desde Montevideo y que el resto del país las acepte sin opinar”

Ivonne Passada fue dirigente sindical del PIT-CNT, luego fue diputada y, posteriormente, senadora…

La cultura del bienestar a veces no contribuye demasiado a la generación de conciencia y organización. Esta es una cuestión que hay que trabajar.

Es un problema real, hay que asumir y tratar de leer, las capas medias son muchos sectores de la sociedad que se agrupan bajo ese concepto, pero sin duda que ahí la presencia del FA disminuyó. Impactaron muchas cosas, por un lado expectativas defraudadas, sectores que fueron la base social del FA desde su inicio. El FA surge como una expresión con un componente muy importante de capas medias, esos sectores que depositaron en el FA muchas expectativas, algunas de las cuales se vieron frustradas, también entiendo que hay tensiones que son parte del proceso de cambio, modificaciones tributarias, transformaciones que el FA impulso y puede haber afectado alguno de estos sectores y un imaginario bastante egoísta que se fue profundizando en la sociedad uruguaya y eso también es un problema para un gobierno de izquierda y también tenemos que reflexionar porque no logramos revertir esta situación, un imaginario que plantea que la primera vara para medir que un gobierno es bueno o no lo es, es como me va a mí en función de mis propias expectativas personales. No digo que sea el principal factor, también hubo decepción con temas referidos a la impunidad, a la política de seguridad, y referidos a la transformación de la matriz productiva y la política económica. Hubo un conjunto de cuestiones que generaron decepción. También algunos sectores afectados por políticas de gobierno, planteadas con un horizonte más solidario de fortalecimiento de la matriz de protección social, decidieron tomar distancia del gobierno del FA. Hay sectores que mejoraron mucho sus condiciones de vida durante los gobierno del FA y producto de ese imaginario individualista y meritocrático, de esa ideología dominante que tenemos que trabajar para poner en debate en la sociedad uruguaya, esas mejores condiciones de vida no se vieron traducidas en una adhesión al proyecto político, cuando digo adhesión digo una adhesión crìtica, una adhesión de participación y de protagonismo, de tratar de incidir, de hacer política,  para tratar  de transformar la realidad. La cultura del bienestar a veces no contribuye demasiado a la generación de conciencia y de organización. Esta es una cuestión que hay que trabajar.En un contexto de bonanza y de expansión económica y de mejora de las condiciones de vida, en lugar de darse un proceso de avance de la organización popular, del empoderamiento de la gente, lo que vimos fue una retracción y un debilitamiento de las herramientas colectivas.  Hay cuestiones grandes que hay que poner en discusión ¿Cómo nos relacionamos? ¿Qué tipo de sociedad construimos y  queremos construir? Esta sociedad está basada esencialmente en el lucro y en la competencia, eso genera hábitos, formas de mirar la vida, y la política. Nosotros como fuerza de izquierda ¿nos conformamos con eso?, ¿estamos para administrar eso o estamos para transformar esa forma de entender las relaciones sociales? Es un punto clave.

Tenemos como definición programática impulsar una reforma de la Constitución, parece que esa definición quedó en el tintero y  que hay que trabajar para crear un proceso participativo donde sea la sociedad la que defina los contenidos a impulsar de ese proyecto.

En este documento que ustedes elaboraron plantean “la convocatoria a un nuevo Congreso del Pueblo, así como la iniciativa de un proceso profundo y participativo de reforma constitucional” ¿es necesario reformar la Constitución y para qué?

En el  FA hemos discutido mucho sobre este tema. Durante años tenemos como definición programática impulsar una reforma de la Constitución, parece que esa definición quedó en el tintero y que hay que trabajar para crear un proceso participativo donde sea la sociedad la que defina los contenidos a impulsar de ese proyecto. Esto siempre termina en una consulta popular. Que sea la  ciudadanía la que define qué cambios quiere y cuales no quiere. Nos parece importante que haya un proceso de debate en el cual se generen consensos entre organizaciones sociales y políticas del campo popular, sobre los cambios que deberían realizarse en la Constitución. La Constitución vigente tiene fortalezas y debilidades que son propias del momento histórico en el que esa Constitución se consolidó, tiene una visión muy propietarista, esto inspira todo el derecho en Uruguay, donde el derecho de propiedad parece más importante que el derecho  a la vida. Hay dificultad para establecer un equilibrio adecuado entre dos derechos. Constitución que no habilita espacios para algunas políticas más creativas y transformadoras que podrían llevarse adelante. Pongo como ejemplo la situación de la vivienda.Tenemos en Uruguay cientos de miles de personas viviendo en situaciones precarias, las que no deberían  vivir, pero tenemos a la vez viviendas deshabitadas, todos los intentos que se han hecho de que no haya gente sin casa y casa sin gente, se han visto enfrentados a obstáculos jurídicos. Algunos son de carácter constitucional, en otros países del mundo y cito el caso de Berlín en Alemania, hicieron una consulta sobre este tema, podemos dar más pasos osados en Uruguay, creo que sí podemos hacerlo. Todo el  espacio de la economía social, de generar una economía basada en la cooperación, y no basada únicamente en la competencia y el lucro. En Uruguay hay mucho de esto, el movimiento cooperativo es muy potente, pero hay muchas cosas que se podrían hacer con otros marcos jurídicos. Incluso hay que discutir la representación política, simplificar los mecanismos de representación política, hay una discusión de larga data si el Parlamento debe ser unicameral o bicameral, hay muchas cosas vinculadas a derechos económicos y sociales, derechos que  se conquistaron estos años que deberían tener estatus constitucional.

Una Constitución no puede ser el proyecto de un partido, sino el proyecto de un país. Es la oportunidad de discutir un proyecto de país, también a través del debate constitucional, es un debate complejo que muchos países lo están haciendo con una gran participación social.

¿Por ejemplo?

Derechos vinculados a aspectos laborales, aspectos que tienen  que ver con la libertad, que están legislados pero que no son normas constitucionales, pero podrían serlo. Ejemplo los derechos vinculados a la negociación colectiva deberían tener estatus constitucional. Estas son cuestiones a discutir, las políticas de protección social, aspectos vinculados a las empresas públicas y su gobernanza, hay muchas cosas que hay que poner en el debate. No es la idea poner un proyecto acabado, sino abrir un debate social. Una Constitución no puede ser el proyecto de un partido, sino el proyecto de un país. Es la oportunidad de discutir un proyecto de país, también a través del debate constitucional, es un debate complejo que muchos países lo están haciendo con una gran participación social.

En caso de ganar la elección ¿qué rol deben cumplir Fernando Pereira e Ivonne Passada? 

Estoy convencido que los y las frenteamplistas van a querer que los compañeros que participamos de esta elección seamos parte de una dirección colectiva, porque es una forma de expresar y sintetizar las voces y los debates que se dan en este proceso. 

Sin duda, ser parte del equipo de conducción del FA, de la dirección colectiva, es la fuerza política la que tendrá que decidir cómo se conforman esos equipos, pero en esto la presidencia puede y debe tener iniciativa, estoy convencido que los y las frenteamplistas va a querer que los compañeros que participamos de esta elección seamos parte de una dirección colectiva, porque es una forma de expresar y sintetizar las voces y los debates que se dan en este proceso. No tengo dudas que deberían ser parte del equipo de conducción colectiva.

Ivonne Passada: “en el FA no podemos seguir tomando decisiones desde Montevideo y que el resto del país las acepte sin opinar”

Ivonne Passada fue dirigente sindical del PIT-CNT, luego fue diputada y, posteriormente, senadora…

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