Procesan con prisión al ex alférez Carlos Chaine Díaz por delitos cometidos en dictadura

El ex alférez fue denunciado como “activo torturador” por varios ex presos políticos, actuaba en el Regimiento de Caballería Mecanizada Nº 5 de Tacuarembó.

Los crímenes establecidos por la sentencia de procesamiento ocurrieron en el marco de la persecución y secuestro de personas acusadas de integrar el Partido Comunista, las que fueron torturadas en la sede del cuartel, aún ubicado en la Ruta 5 km. 395, informó el proyecto colectivo Sitios de la Memoria Uruguay.

En la resolución de la jueza se detalla que en el año 1976 fueron detenidos Emilio Toribio Méndez, Ariel Zapata, Julio Basualdo y Carlos Pintos, integrantes del Partido Comunista del Uruguay, por el hecho de pertenecer a dicha organización política.

Diversos tormentos

“Siendo trasladados a la unidad militar fueron objeto de diversos tormentos, durante su detención en Caballería N° 5, tales como golpes de puños y puntapiés, para luego ser interrogados y sometidos a otros apremios físicos mucho más graves”, se detalla en el documento.

Los interrogatorios fueron intercalados por sesiones de “picana eléctrica” (previo a ser roseados con agua), golpizas, colgamientos y caballete. Todo ello, para lograr la admisión de su permanencia al PCU, así como para que delataran a otros integrantes de dicha organización. Entre los responsables de los tormentos, se encontraba Jancito Urquhart (hoy fallecido) y al alférez Chaine.

En marzo de 2012 un grupo de víctimas de delitos de lesa humanidad presentaron denuncia. Este 6 de octubre de 2021 la jueza sentenció el procesamiento de Chaine Díaz, por torturas y lesiones a los detenidos.

Las víctimas de las privaciones ilegítimas de libertad fueron, Emilio Toribio, Ariel Zapata, Carlos Pintos y Julio Basualdo, quienes fueron torturados en el Regimiento de Caballería Mecanizada 5 de Tacuarembó, entre el 6 y el 20 de febrero de 1976. 

Después, fueron trasladados al Penal de Libertad en donde estuvieron detenidos hasta el 25 de diciembre del mismo año.

A los militantes comunistas se les propinaron violentas golpizas, colgamientos y electrificaciones con picana, y se les sometió a vejaciones como el infame caballete, un método de tortura que consiste en poner a la víctima en una posición de piernas abiertas sobre un filo o borde, generando un daño pasivo por la propia posición. La persona suele estar encapuchada y atada de manos y tobillos. Si la persona termina cansándose y ya no se puede mantener de pie, puede lastimarse severamente con el borde filoso que tiene debajo. La bibliografía disponible en la Librería Electrónica En Línea (www.scielo.edu.uy) indica que esta se habría inventado en Uruguay en las unidades militares del arma de Caballería.

Respecto a la picana eléctrica, algunos autores ubican su origen en Argentina:  consiste en la aplicación de choques eléctricos en diferentes regiones corporales, especialmente en las de mayor sensibilidad, como labios, dientes, oídos, aréolas o genitales. Puede ser aplicada mediante la picana propiamente dicha (un electrodo metálico que contacta sobre la piel o las mucosas) o el magneto o teléfono (un sistema a manivela que genera corriente continua que es transmitida a través de cables conductores que se fijan al cuerpo). Puede aplicarse con la víctima inmovilizada sobre una parrilla metálica o suspendida del gancho. En ocasiones se aplica combinada con el uso de agua para magnificar sus efectos.

Por su parte, el método de tortura conocido como colgamiento, también se basa en la posición forzada como el caballete. Este tipo de posturas -denominadas stress positions en inglés-, eran de uso extendido y se suspendía a la víctima por las muñecas, previamente atadas o esposadas a la espalda, mediante el empleo de una cuerda o cadena y una roldana (“suspensión palestina”). La víctima también puede ser suspendida por la cintura, las rodillas, los tobillos o los pulgares.