Trabajadores de Secundaria declaran personas no gratas a Robert Silva y Jenifer Cherro

ATES anunció que se ha declarado en conflicto, a raíz de hechos sistemáticos registrados en diferentes ámbitos educativos y entre las autoridades de la Dirección General de Educación Secundaria.

Los funcionarios no docentes de Secundaria manifiestan que “desde que la profesora Jenifer Cherro asumió su cargo político como directora General de Secundaria y posteriormente, a razón de la Ley de Urgente Consideración, se vive un ambiente hostil en diferentes centros educativos con la consigna del antisindicalismo”.

Personalista y monárquica

Aseguran que las relaciones con el gremio “se han visto afectadas por su postura personalista y monárquica”, y agregan que “no existe negociación, ni ámbitos de trabajo y hay varias investigaciones iniciadas, por orden directa de Cherro, hacia directivos y afiliados al sindicato”.

“Se han realizado varios intentos de acercamiento y denuncias en los ámbitos correspondientes, sin lograr avance alguno”, asegura el gremio en una resolución.

Ante tales situaciones, entre otras, consideradas graves por los trabajadores nucleados en ATES, el sindicato resolvió declarar “persona no grata a la profesora Jenifer Cherro como hecho histórico y altamente justificado, frente a la realidad de las actitudes antisindicales y autoritarias”.

“La educación es del pueblo y para el pueblo y no un mero capricho individualista y personalista”, manifiestan los trabajadores no docentes.

En este contexto, también declaran “persona no grata a Robert Silva quien no ha condenado las acciones de persecución sindical de la directora General”.

En el mismo sentido, ATES declara “persona no grata a la directora de Gestión Administrativa, Teresa Tammaro”.

“Como toda medida histórica, esta debe ser tomada con todo el deber y ética. Declararemos personas no gratas a las Inspecciones Regionales, de institutos y liceos, como así también a las direcciones liceales que decidan aplicar la persecución sindical”, manifiestan los trabajadores.

Aseguran que la declaración “no es más que la consecuencia de diferentes hechos insostenibles” que los trabajadores no pueden permitir, partiendo de la base de que desoyen los acuerdos previamente establecidos y vulneran sus derechos sindicales.