En Uruguay no hay hambre, insiste Bianchi: “hay vínculos entre las ollas populares y la izquierda”
La senadora, que hasta 2013 fue integrante del Frente Amplio, asegura que fue “adoctrinada” y que las ollas populares están relacionadas con la izquierda.
La senadora por el Partido Nacional, Graciela Bianchi, volvió a remarcar sus dichos de la semana pasada, cuando afirmó que en el Uruguay “todos los hogares reciben la comida diaria, por acción del Estado y de la sociedad civil”, insinuando así que el país está totalmente libre de hambre.
“Hambre es no tener qué comer. Hambre es poner una papa en una lata y no poder resistir a que se cocine e ir comiéndola de afuera hacia adentro como los europeos lo vivieron en la guerra”, sentenció la legisladora ultraconservadora.
Salieron a desmentirla desde el Observatorio del Derecho a la Alimentación de la Escuela de Nutrición (ODA-EN) de la Universidad de la República, organismo que por medio de un comunicado expresaron: “Negar la situación que hoy sufren muchas uruguayos y uruguayas, es una irresponsabilidad que atenta contra las obligaciones que el Estado debe cumplir para garantizar el Derecho a una Alimentación Adecuada”.
Explicaron además “que el 29,6% de los uruguayos se encuentre en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave, da cuenta que la voluntad y el accionar político, no han sido suficientes para construir instrumentos que faciliten o favorezcan, un acceso justo y sostenible a los medios de vida, que se necesitan para producir o adquirir los alimentos”.
Insistente
Sin embargo, Bianchi sigue creyendo que no existe inseguridad alimentaria en la nación; en entrevista con el programa Doble Click, de Del Sol FM, aseveró que “hambre no hay” pero se contradijo manifestando que “obviamente que hay gente que tiene dificultades”.
“Yo vivo en este Uruguay y camino todos los barrios y el interior. ¿Explotando las ollas populares? Hay ollas populares, claro que sí, nos encontramos con 400.000 personas que estaban sin medios de vida genuinos y vivían del apoyo del Estado”, agregó.
Ella, que hasta hace poco había sido militante del Frente Amplio y decidió cruzar el espectro político hasta el otro extremo, denunció en la entrevista que “hay mucha política también” en las ollas populares.
“¿Somos ingenuos? Yo vengo de la izquierda, a mí nadie me lo enseña. Yo me fui el 2013 del Frente Amplio. No me tienen que convencer o informar de cosas que las viví y fui adoctrinada muchas veces. Me consta que hay vínculos entre las ollas y la izquierda. Me consta y nos consta a todos”, espetó.
Concluyó aduciendo que “el problema es que hay estimulados por sectores políticos que son notorios“ y que “se ven en las redes, los carteles” y que acá “no hay hambre atroz”.
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