César Vega, sus teorías conspirativas sobre el COVID-19 y fake news
El legislador del PERI ha sido uno de los abanderados de los movimientos antivacunas y negacionistas de la pandemia. Asegura que las vacunas son un experimento genético que provocan cáncer y que una empresa privada “pagó” para que Gonzalo Moratorio fuera publicado en la revista Nature.
Por Carlos Loría - Redactor periodístico
El diputado del Partido Ecologista Radical Intransigente, César Vega, es un negacionista de la pandemia y antivacunas abiertamente declarado, cuya cruzada por estas ideas lo han llevado a difundir todo tipo de teorías conspirativas flojas de papales y asidero científico.
En un Facebook Live de esta semana, hizo una compilación de todas sus ideas que van contra el consenso científico basado en evidencia a nivel mundial y a nivel nacional, e incluso ataca a científicos de altísimo calibre como Gonzalo Moratorio, asegurando que hay intereses detrás de él.
«Yo hablé con un familiar que se vacunó en Estados Unidos y está ultra alérgico, me atendió con unos cosos acá (se señala la nariz), no le dije nada pero la cara está… bueno yo no sé si es por el polen de los árboles o porque la vacuna que se dio es de RNA, el problema son las vacunas a RNA, en incluso hay unos cuantos de los crack que seguimos, con algunos hemos hablado por teléfono, que tampoco hay seguridad con las vacunas ADN. Con las de RNA no hay ninguna seguridad, señor Gonzalo Moratorio, virólogo, usted lo debe saber, porque usted no tiene ningún dato de más de cuatro o seis meses de estudio», aseguró Vega en su alocución por redes sociales.
En ese párrafo, el legislador hizo al menos dos afirmaciones falsas. La primera es que «no hay ninguna seguridad» con las vacunas que funcionan bajo la tecnología de ARN, que en realidad es ARNm (ácido ribonucléico mensajero). Este tipo de vacunas no son nuevas pero son poco conocidas.
«Se han estudiado versiones de vacunas de ARNm contra la influenza, el zika, la rabia y el citomegalovirus (CMV). Tan pronto como estuvo disponible la información necesaria acerca del virus que causa el COVID-19, la comunidad científica comenzó a diseñar las instrucciones del ARNm para que las células puedan crear la proteína Spike singular, para integrarlas a la vacuna de ARNm», explica el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), una institución de renombre internacional que coordina los esfuerzos para frenar la pandemia en ese país.
El ARNm es un material genético que se obtiene del genoma de un virus -en este caso el SARS-CoV-2- y que se ingresa por medio de una vacuna al cuerpo para que se produzcan los anticuerpos necesarios sin el riesgo de que se presente un cuadro de contagio grave o severo.
La dosis de una vacuna de este tipo contiene, aparte del ARNm desactivado, una serie de compuestos totalmente inocuos para el organismo que facilitan que se absorba la información y se empiece a producir la respuesta inmunitaria.
Dicho todo esto, es importante aclarar que estas vacunas no contienen el genoma completo del virus, y que las que se están aplicando en este momento han superados satisfactoriamente las tres fases necesarias para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y decenas de ministerios de Salud y organismos de regulación de medicamentos del mundo dieran su visto bueno para que se apliquen.
Vega también asegura que tampoco «hay seguridad con las vacunas ADN», dichos que son falsos a la luz de la evidencia científica disponible. Según explica la misma OMS, la vacunación consiste en estimular el sistema inmunológico con un agente infeccioso, o componentes de un agente infeccioso, modificado de tal manera que no cause daño o enfermedad, pero asegurándose de que cuando el huésped se enfrenta a ese agente infeccioso, el sistema inmunológico pueda adecuadamente neutralizarlo antes de que cause algún efecto adverso.
Recientemente se está trabajando en un enfoque radicalmente nuevo que implica la introducción directa en tejidos de un plasma que contiene pequeñísimos fragmentos de ADN que codifica el o los antígenos contra los que se busca una respuesta inmune. Se han probado varias vacunas de ADN para uso veterinario, teniendo hasta ahora éxitos parciales pero no suficientes para su uso masivo. En 2016, el gobierno de EE.UU. aprobó pruebas en humanos de una vacuna del tipo ADN contra el virus del Zika, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti (el mismo que contagia el virus del Dengue) que causó fuertes brotes en países del tercer mundo.
El científico y profesor de la Universidad de Oxford, Jeffrey Almond, dijo a la BBC que es falso que las vacunas de ARNm o ADN modifiquen la genética de las células humanas, y que lo único que sucede en el cuerpo es que el sistema inmunitario aprende a reconocer el riesgo y reproduce anticuerpos contra la proteína Spike del COVID-19.
En otro segmento de su discurso, Vega insiste en que «estas vacunas no está estudiadas». De nuevo, es falso. Todas las vacunas que se están aplicando en el planeta fueron probadas primero en laboratorio tanto en pequeños grupos humanos y animales como en simulaciones y proyecciones virtuales. Posteriormente, en la fase III, se probaron en grupos conformados por decenas de miles de voluntarios bajo el sistema de doble ciego con grupo de control. Esto quiere decir que la mitad de los sujetos recibieron la vacuna y la otra mitad un placebo (generalmente un suero fisiológico inocuo).
¿Provocan cáncer?
«Y si estas vacunas de ARN, que están aplicando no en todo el mundo, llegan a producir cáncer y otras enfermedades, ¿qué le vamos a decir a la gente después?», cuestiona el diputado Vega más adelante en su controvertido video.
Si bien formula esto cuidadosamente como una pregunta, el simple cuestionamiento raya en la línea de ser una afirmación falsa. No hay evidencia de que las vacunas contra el COVID-19, sea cual sea la tecnología que usen, provoquen cáncer, cosa que tampoco ha pasado con decenas de otras vacunas con las que se han inoculado a miles de millones de personas en el mundo contra otras enfermedades.
Las “estupideces” de Gonzalo Moratorio
El legislador arremete contra el virólogo uruguayo Gonzalo Moratorio, y afirma que dice «estupideces».
«Y el virólogo Moratorio, fuera… no sé si integra algo. Porque que un virólogo te diga las estupideces que dijo en el video que subí, asegurando él, ¿quién es él? Ah, salió en la Nature, bueno, es también probable -porque ha pasado- que hay una empresa multinacional que pagó para que Moratorio salga en la Nature, vamos a entendernos, no va ser el primero».
Para responderle a vega quién es Gonzalo Moratio: fue reconocido por la prestigiosa revista científica Nature como uno de los 10 científicos más importantes de Latinoamérica durante el año 2020. Es investigador del Instituto Pasteur en donde es responsable del Laboratorio de Evolución Experimental de Virus.
Se licenció en Ciencias Biológicas en el PEDECIBA de la Facultad de Ciencias de la UDELAR en 2005, para estudiar posteriormente biología celular y molecular, también en la misma institución.
Entre 2009 y 2012 cursó un doctorado en Ciencias Biológicas con énfasis en Biología Celular y Molecular en la UDELAR y el Instituto Pasteur de Montevideo, de donde pegó un salto para estudiar y graduarse del Instituto Pasteur de París, Francia, en como investigador postdoctoral en Virología Molecular, del que se egresó en 2018.
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