RELACIONES CON VENEZUELA

Lacalle Pou mantiene su posición y sigue calificando a Nicolás Maduro como dictador

El mandatario no invitó a Maduro o representantes suyos a la toma de mando porque lo considera un dictador.

Foto: Presidencia de la República
Foto: Presidencia de la República

El presiente de la República, Luis Lacalle Pou, insiste en considerar a Nicolás Maduro como un dictador, inamovible desde que decidió no invitar al mandatario venezolano o representantes suyos a su asunción.

Reiteró su postura en una conferencia virtual del Centro de Estudios para el Desarrollo y la Fundación Internacional para la Libertad y, cuando el presidente del organismo, Gerardo Bongiovanni, le consultó el porqué de aquella decisión, dijo: «En mi discurso (de asunción) hubo dos pilares, la defensa de derechos y la libertad en todas sus manifestaciones. Era muy difícil decirlo habiéndole dado lugar o invitado a dictadores».

Lacalle Pou remarcó que, si bien existen relaciones diplomáticas entre Uruguay y Venezuela, no podía permitir la presencia del «dictador Maduro» en la ceremonia de toma de poder del nuevo gobierno.

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La doble posición

Aunque Lacalle ha sido clarísimo en calificar de dictadura al gobierno venezolano, y siendo esto un tema de política exterior de su administración, ha habido un corto circuito con su canciller, Ernesto Talvi, que ha dado de qué hablar.

Cuando era candidato presidencial, el líder del sector Ciudadanos del Partido Colorado había instigado al gobierno de Tabaré Vázquez para que calificada de dictador a Maduro. En octubre de 2019, en entrevista con el medio CNN aseveró que «la dictadura de Maduro puede colapsar con una mayor presión internacional» y criticó a Vázquez y su política exterior con respecto al país caribeño: «La violación sistemática que se comete hoy en Venezuela de los Derechos Humanos y que este gobierno ha sido muy remiso en condenar, es algo que pondría al Uruguay en compañía de otros dispuestos a poner presión sobre una dictadura que entiendo solamente va a colapsar en el momento en que la presión internacional sea mayor».

Ahora, sentado a la cabeza de la Cancillería, opina distinto: “Soy canciller de la República. Ya no represento mi opinión o la de un sector político, sino la de todos los ciudadanos de la república ante un gobierno con el cual mantenemos relaciones diplomáticas. Estoy usando un lenguaje respetuoso que es lo que corresponde a mi cargo”, dijo Talvi hace unas semanas en una entrevista con El Observador.

 

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